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La fragata Blas de Lezo, con una dotación a bordo de unas 200 personas, ha zarpado a las 8:30 horas del sábado del arsenal militar del Ferrol rumbo al Mediterráneo oriental y el mar Negro en plena escalada de la tensión entre Rusia y Ucrania. Va a participar junto a otros dos buques de guerra españoles, en unas maniobras de la OTAN en las que estará también el portaviones Harry Truman. Por su parte, la Armada rusa ha anunciado ejercicios navales a gran escala con 46 naves y más de 10 000 efectivos.
La fragata Blas de Lezo ha zarpado a las 8.30h de la mañana del sábado desde Ferrol con el lema: ‘Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea’. El buque, uno de los más modernos de la Armada española, hará escala en Rota antes de zarpar el miércoles hacia el Mar Negro.
“Este despliegue estaba previsto realizarlo ya en este primer semestre, simplemente se ha decidido adelantarlo unas tres semanas”, ha señalado Gonzalo Leira, comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie.
Con 215 tripulantes a bordo, la Blas de Lezo reforzará la presencia militar de la OTAN en torno a Ucrania. Allí se encuentra ya al buque de acción marítima Meteoro, que zarpó el lunes desde Las Palmas de Gran Canaria con 65 efectivos. A ellos se unirá el cazaminas ‘Sella’. Saldrá de Cartagena la semana que viene con 45 militares. El mes que viene seis cazas Eurofighter volarán con destino a Bulgaria. Completan la presencia militar española en la región los 350 soldados desplegados una misión de la OTAN en Letonia desde 2017.
Por otro lado, Francia ha anunciado que está dispuesta a enviar tropas a Rumanía. Reino Unido está suministrando a Ucrania misiles antitanque de corto alcance. Alemania no envía nada de momento e insiste únicamente en la vía diplomática.
“La posición de España como de la OTAN en su conjunto es que sea una respuesta diplomática, que haya una desescalada. Pero la participación de España militarmente viene de hace muchos años”, ha explicado la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Diplomacia y desescalada, pero sin pasar por alto el pulso planteado por Putin que aunque niega planear una invasión, ya hay más de 100 000 soldados rusos cerca de la frontera con Ucrania. El Kremlin ha anunciado además ejercicios navales con 46 naves y más de 10 000 efectivos.
La OTAN responderá haciendo lo propio en el Mediterráneo. Participará, por primera vez desde la guerra fría, el portaaviones estadounidense Harry Truman.