Cómo se obtiene la información policial: diferencias entre confidente, agente infiltrado y encubierto

  • Hablamos con el Iñaki Sanjuán autor de ‘Operación protector’, basado en hechos reales

  • Además de escritor es inspector jefe de la Policía en los Servicios de Información

  • Existen diferencias entre un confidente, un agente infiltrado y otro encubierto

Hace pocos días se hizo noticia que varias mujeres del movimiento antisistema catalán habían tenido relaciones sexuales con un hombre al que creían de su misma ideología. Cuando descubrieron que se trataba de un infiltrado lo han denunciado entre otras cosas por "torturas o contra la integridad moral". Si esta noticia, acaparó bastante informaciones otra con el mismo tipo de protagonista pero en un sentido inverso pasó totalmente desapercibida una sentencia de la Audiencia Nacional de diciembre y conocida ahora en febrero condenaba a un marroquí de Cambrils, Tarragona, por autorradicalizarse a de 386 días de cárcel. En la operación fue decisiva la labor de un agente encubierto. ¿Pero es lo mismo un agente encubierto que uno infiltrado? Para aclararnos nos reunimos con Iñaki Sanjuán es autor de ‘Operación Protector. La infiltración policial al descubierto’ (Ed. Rosamerón). Le entrevistamos en el museo de las ilusiones de Madrid, donde reina la confusión de la misma forma que sucede cuando alguien finge ser quien no es para introducirse en un entorno de investigación.

La novela está basada en hechos reales sobre la preparación de un atentado en España parecido al que sucedió en París en 2015 en la sala Bataclán y en la que murieron 130 personas. “Para empezar, nos señala hay tres tipos de captación de información: el confidente, el agente infiltrado y el agente encubierto. El primero no es policía es un informador. Los otros dos son policías, pero mientras que el primero capta información a efectos de inteligencia, de prevención, el otro, el encubierto, puede llegar a cometer delitos siempre bajo autorización judicial, lo que le hace llegar más lejos dentro de una organización". Por ejemplo, le pueden dejar traficar con droga, siempre que el objetivo que consiga sea mucho mayor.

Colocar a un policía lleva mucho tiempo y a un confidente, menos, por eso los confidentes puede estar mejor colocados, el problema es que su información no tiene porque ser fidedigna, pueden intentan confundir al agente. Otras veces, al contrario puede suponer el mayor éxito de una operación policial. Eso fue lo que sucedió con el mayor golpe asestado contra ETA cuando detuvieron a toda su cúpula en 1992. El cómplice que los escondía en su casa no estaba arrepentido de la barbarie que habían sembrado. Lo que le llevó a delatarles fue un ataque de cuernos. Descubrió que los dirigentes se acostaban con su mujer y su hija y por eso los delató.

En cualquier caso la información más fiable es la de los infiltrados o encubiertos. Estos deben tener una coartada perfecta para cualquier momento, como señala Iñaki Sanjuán, que en el vídeo nos revela muchas más claves.

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