¿Alpinismo o turismo de altura?

  • Las imágenes de largas colas de montañeros para hacer cumbre en el Everest y en el K2 abren el debate sobre la situación de esta práctica

Los sherpas han tomado las riendas de la explotación de las cimas más altas del planeta. Sus nuevas empresas ofrecen ascender a alguno de los 14 ochomiles por precios que van de los 30.000 a los 150.000 euros, un lucrativo negocio que choca con lo que ha venido siendo hasta hace poco una actividad caracterizada por la aventura y el riesgo, fundamentalmente en soledad o en grupos muy pequeños. Los alpinistas de siempre contemplan horrorizados esas imágenes de apelotonamientos a más de ocho mil metros de altitud, pero muchos también comprenden que es algo muy puntual y que supone importantes ingresos para países como Nepal, muy necesitados de ingresos de este tipo de turismo de altura.