En plena guerra con Ucrania, aunque Rusia siga hablando de operación militar, Vladimir Putin ha ensalzado hoy más que nunca la unidad del pueblo ruso y el poder de su ejército, que ha calificado de invencible. Mientras, sus tropas mantienen la presión sobre el Dombás para asegurarse el control total.
Rusia no quiere que la planta química de Azot en Severodonestk se convierta en otro icono de la resistencia ucraniana, como lo fue la acería de de Mariupol hace unas semanas, por eso ha intensificado sus ataques sobre la panta industrial en la que se refugian unos 500 civiles y al menos 400 soldados ucranianos.
En las últimas horas uno de esos ataques rusos ha provocado un importante incendio en la planta y según fuentes prorrusas algunos civiles han podido ser evacuados.
La mayor parte de Severodonestk ya está bajo el control ruso y en el resto de la ciudad se combate calle por calle, aunque la resistencia ucraniana es cada vez es más débil. En un nuevo mensaje, el presidente Volodímir Zenlenski alababa la heroicidad de sus soldados casi al mismo tiempo que pedía más armas y munición porque se están quedando sin balas.
El Ejército ruso también ha intensificado su ofensiva sobre la ciudad Lisy-chank, la otra capital del Dombás y fundamental para tomar toda la región de Lugansk en el este de Ucrania.