Esperpento en el Parlament: Bronca entre independentistas y votaciones aplazadas 'sine die'

Noticias Cuatro | Agencias 04/10/2018 18:27

Cuando el president no gobierna y el que manda está en Bruselas por teléfono pasan estas cosas. Que el Parlament se abra para provocar un circo. La oposición de todo signo, salvo los independentistas tienen claro que lo visto hoy es otro bochorno, en el que ha quedado claro que JxCat y ERC no se ponen de acuerdo en nada, son irresponsables y cada uno tiene su ruta. Mal asunto. Y esta vez la culpa no es de Rajoy, ni de Sánchez, al que un día dan un ultimátum y al siguiente le envían una carta rogando diálogo. Un sinsentido. El pleno fue aplazado sine die. Como la república y como la realidad de Cataluña.

24 horas que reflejan una realidad

"Estafa democrática, vergüenza, perversión de las instituciones, un gobierno de antisistema, un lío en el que nadie se pone de acuerdo porque el que manda no está en el Parlament...". Esos han sido los calificativos de los gripos de oposición en relación a un Parlament que o está cerrado o en ridículo. Las elecciones han sido pedidas en bloque para que, al menos, el pueblo catalán pueda decidir si quiere seguir viendo espectáculos.

Arrimadas calificó de vergüenza la imposibilidad de celebrar el pleno de debate de política general y ha hablado de semana negra para Cataluña, de la violencia a la vergüenza. "Esta gente vive de esto". ¿Qué más tiene que pasar para que Sánchez actúe? ¿Esto es normalidad? Se están cargando el Parlament y esta mentira no se puede alargar más esta mentira. Y quiero dirigirme a los catalanes que han sentido esta indignación, verguenza y tristeza con lo que el Parlament le está haciendo a Cataluña. No se entiende esta vergüenza del separatismo". Arrimadas ha emplazado al presidente del Gobierno a que actúe porque el daño a Cataluña a la democracia es claro.

Han llegado a un acuerdo, sí, tras nueve horas, sí, para acordar el voto saltándose la ley, porque los letrados del Parlament no pintan nada ya. El desbloqueo de la sesión ha sido posble después de que los cuatro diputados de Junts per Catalunya (Puigdemont, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull) hayan aceptado delegar sus derechos parlamentarios en otro diputado de su grupo y firmar el escrito. La misma fórmula usada por Oriol Junqueras y Raül Romeva, diputados de ERC, pero no así los cuatro parlamentarios de Junts per Catalunya. Tras una larga negociación de seis horas, estos últimos cuatro parlamentarios han realizado esa delegación incluyendo en el texto que no estaban suspendidos y que accedían a designar sus derechos en otro compañero. Los letrados han puesto en solfa el acuerdo, pero sus opiniones no son vinculantes.

La CUP considera que sus derechos están intactos y de ahí no se moverán aunque hayan lamentado el espectáculo que la gente no entiende. "El problema es de soberanía, porque en este parlamento no se puede ejercer la politica con libertad. Somos conscientes que este proceso tendrá sus costes políticos y personales". La CUP ha recordado a Forcadell para darle su fuerza. Pero las palabras no ocultan los rostros desencajados de la frustración. El Parlament es hoy una ruina.

Pero la ruptura, pese a las palabras, es notable. Los últimos días se ha visto más que nunca la separación que existe actualmente entre el JxCat y ERC. El acuerdo para resolver la situación de los diputados afectados por la suspensión del Tribunal Supremo demostró que Torra no es nadie en la política catalana, porque no lidera ni a su grupo.

Como era de esperar, los letrados del Parlament no han avalado el escrito que finalmente y tras agrias disputas ha presentado JxCat sobre los diputados afectados por la suspensión del Tribunal Supremo en el que piden continuar delegando su voto en otro diputado como venían haciendo hasta ahora. Es el peaje a pagar por tener a Puigdemont fuera de España y a Junqueras en la cárcel. Fuentes parlamentarias explicaban que el documento de JxCat no corregía los errores que veían en el escrito presentado con anterioridad, ya que no utiliza la fórmula aprobada en el pleno de la Cámara.

Antes y para cerrar el ridículo, el portavoz adjunto de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, y el líder de ERC en la Cámara, Sergi Sabrià, comparecían en rueda de prensa desde el Cámara para dar a conocer el acuerdo y aseguraban que, pese a las disputas, la estabilidad del Govern estaba "garantizada", y culpaban de sus problemas a la situación de excepcionalidad judicial y política que se vive en Cataluña.

Las críticas de la oposición no se han hecho esperar en las redes.

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