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La ofrenda floral a Rafael Casanova marcaba el arranque de los actos de la Diada de Cataluña. Allí estaba Quim Torra y su Gobierno cuando, al tratar de entonar el himno catalán, justo en ese momento comenzaba a sonar desde un hotel de las inmediaciones el himno de España a todo volumen. Ha sido la anécdota con la que ha iniciado una celebración llena de simbolismo para el independentismo, que, sin embargo, acude a la cita sumido en la división y muy pendiente de la decisión del Supremo en la sentencia del procés.
Dejando a un lado sus diferencias para resaltar lo que les une, ERC y JxCAT han insistido en que “si no es de absolución” la sentencia del procés “no será justa”, tal como ha manifestado la consejera de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó.
En los mismos términos se ha referido Roger Torrent, presidente del Parlament, acordándose de los “presos políticos exiliados” que no pueden estar presentes junto a ellos.
Llevar la independencia al “centro de la acción política” es el propósito común, y ese es el lema adoptado este 11 de septiembre para insistir con el desafío soberanista: “’Objetivo independencia’. Esto es el reto y esto es lo que haremos”, ha recalcado el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Pero no todos lo ven de la misma manera en el seno del independentismo. El sector más radical, la CUP y Arrán, celebran hoy la Diada con una manifestación en paralelo. No quieren saber nada de ellos, a los que llegan a calificar de enemigos, con Quim Torra al frente.
“No nos juntaremos con esta gente. No nos juntaremos con nuestros enemigos”, ha dicho Nuria Martí, portavoz de Arrán.
Por su parte, desde la CUP, Carles Riera ha ahondado en la división del secesionismo: “Tenemos que asumir y aceptar que no hay unidad ni estrategia conjunta en el independentismo”, ha sentenciado.
Entre tanto, las calles se han llenado de miles de manifestantes que han acudido a los 26 tramos de la manifestación convocada por la ANC.
Con la plaza de España de Barcelona como epicentro, estaban convocados a partir de las 16:00 horas en los tramos donde se habían apuntado con anterioridad en la plaza España y en las calles adyacentes --la avenida María Cristina, donde se celebrará el acto, en Paralelo, Creu Coberta, Tarragona y Gran Vía-- para escenificar la confluencia del independentismo, la demanda de unidad.
Ha sido a las 17:14 hora cuando ha arrancado oficialmente, en recuerdo al año 1714, como se hace anualmente. Según las cifras ofrecidas por la organización este miércoles, tienen contabilizados 450.000 inscritos, con 1.300 autocares llenos que acudirán a Barcelona desde diferentes puntos de Cataluña.
La Guardia Urbana, por su parte, habla de 600.000 manifestantes, tal como ha comunicado a través de Twitter.