El resacón de la crisis: más desigualdad, mercado negro y ninis

Nerea Gastesi 04/12/2018 19:13

¿Cuál es el motivo de este fenómeno? Durante el periodo de 2009 y 2013 se produjo una destrucción de empleos en sectores que se encontraban“masculinizados” (como es el caso de la construcción). Por otra parte, la mayoría de personas que perdieron su trabajo eran las que contaban con menor formación, lo que se convirtió en una ventaja para las mujeres en comparación con otras crisis vividas anteriormente. Además, hay que tener en cuenta que muchas de ellas perdieron su puesto de trabajo durante la crisis, pero no se encuentran en estas estadísticas al no estar dadas de alta (se trata de la economía sumergida que en Andalucía, por ejemplo, llegó a alcanzar el 15%). Esto nos lleva a decir que, realmente, la brecha de género sí existió, pero en el mercado negro.

Situación parecida ocurre en la tasa del empleo: en 2013 la diferencia se sitúa en 9 puntos y en los años siguientes se incrementa a los 11. El informe destaca que la recuperación está siendo más rápida entre hombres que entre mujeres, debido a que la tasa de empleo se sitúa entre el 66,4% entre los hombres, mientras que las mujeres aún se encuentran en el 54,6%.

No obstante, no todas las cifras han sido negativas. En el caso de la brecha salarial, en el periodo precrisis era de un 13% y en la recuperación ha bajado 6,8 puntos porcentuales hasta situarse en un 6,2%, por lo tanto, podemos decir que la desigualdad de género, al menos, ha descendido en alguno de los ámbitos del mundo laboral.

La desigualdad generacional: los jóvenes siguen siendo los más perjudicados

La brecha de género, tal y como hemos explicado anteriormente, sigue patente en la actualidad, pero no es el único problema que existe en el mercado laboral español. Si analizamos la edad de los trabajadores, se puede observar como el empleo juvenil ha descendido en el periodo comprendido entre el 2013 y el 2016, concretamente un 5,6% entre los jóvenes menores de 25 años y un 7,2 % en los comprendidos entre 25 y 34 años. La causa de esta tendencia puede deberse al hecho de que durante la expansión económica estas personas, en vez de acabar los estudios obligatorios, se internaron en el mundo laboral, concretamente en el sector de la construcción. Después, cuando llegó la crisis, se encontraron fuera del panorama laboral y sin la formación suficiente.

Por lo tanto, pese a encontrarnos en una época de recuperación económica, la economía española aún tiene que enfrentarse a la brecha de género y solucionar el problema del paro juvenil.

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