La restauración: una carrera universitaria con gran carácter científico
Noticias Cuatro
01/07/201808:30 h.Tras la polémica suscitada por el llamado ‘Ecce Homo navarro’ (la intervención -que no ‘restauración’- de la dueña de una tienda de manualidades sobre una estatua ecuestre de San Jorge en Estella, Navarra, del siglo XVI), asistimos al trabajo de los verdaderos restauradores, una profesión detrás de la que hay mucho estudio (es una carrera universitaria), trabajo y ciencia, como nos explican las restauradoras del departamento de Conservación y Restauración de Esculturas y Artes Decorativas del Museo del Prado. “La restauración hoy en día es una carrera universitaria. Somos profesionales muy formados. No es una tarea que pueda dejarse en manos de personas más o menos habilidosas o con cierto gusto por las artes”, explica Sonia Tortajada. “La restauración hace mucho tiempo dejó de ser un oficio para ser una profesión completamente reglada. Tiene un gran carácter científico”, apunta. Se requiere metodología, procedimiento y mucha paciencia. Restaurar una obra de arte es un proceso complejo. Los profesionales se enfrentan al reto de devolver los cuadros a lo más parecido a su estado original. Se inicia el proceso con estudios históricos y estudios técnicos (radiografías, rayos X, análisis químicos…) y se analizan todos los componentes originales y los añadidos. Para imitar el color original, es importante usar siempre técnicas que sean reversibles y con material de excelente calidad. “Siempre se debe diferenciar el trabajo del restaurador de la mano del artista", aclara Elena Arias, "pero a simple vista, el espectador no distingue la restauración del trabajo original del cuadro". “Lo que importa es la obra. En una obra nunca debe verse la mano del restaurador”, observa.