Un vecino de Pontevedra denuncia la compra de votos en un asilo llevado por monjas y asegura haberlas visto dando “el sobre” a ancianos con dificultades físicas y psíquicas. El entrevistado ha explicado en ‘Cuatro al día’ que esta se trata de una práctica habitual conocida por todo el pueblo y sus palabras le han costado las primeras represarías por parte de los ancianos: “Me han amenazado y me han señalado con un crucifijo diciendo que era el anticristo y que iba a ir al infierno”.