Los 168 ocupantes del avión iraní que se ha estrellado este miércoles minutos después de despegar del aeropuerto internacional de Teherán rumbo a Erevan, capital de Armenia, han muerto, según fuentes de la policía.
El aparato, un Tupolev de fabricación rusa propiedad de la aerolínea Caspian Airlines, se ha precipitado sobre las 11:30 horas local apenas 16 minutos después de despegar del aeropuerto internacional Imán de Jomeini de Teherán. Según el jefe de la unidad de incendios, Husein Behzadpour, el avión ha quedado totalmente destrozado en numerosos pedazos han quedado esparcidos por la zona de la colisión, de Jannat-abad.
Problema técnico
Las autoridades iraníes que investigan las causas del accidente apuntan hacia un problema técnico.
Según Sirous Saberi, vicegobernador de la ciudad iraní de Qazvin, lugar cercano a donde ocurrió el accidente, el piloto habría informado a la torre de control de un problema técnico y habría solicitado permiso para un aterrizaje de emergencia.
Al parecer, una vez detectado el supuesto problema técnico, el piloto habría tratado de tomar tierra en los aeropuertos de Tabriz o Zanjan, pero al no ser posible, habría intentado volver a Teherán, explicó Saberi, a quien cita la agencia de noticias local Mehr.
Y es que Irán tiene una flota aérea en estado crítico, afectada por sanciones internacionales económicas y financieras que sufre el país. Por esto ha sufrido varios accidentes aéreos graves. Uno en Febrero de 2002 con 105 ocupantes, entre ellos, cuatro españoles, y otro en 2005 en el que un total de 116 personas perdieron la vida.