La falta de visibilidad, el principal problema del trabajo de las mujeres en el sector ganadero

  • Pese a la evolución que ha experimentado el sector, las mujeres ganaderas reclaman una mayor visibilidad que reconozca su papel dentro el sector

  • Los consumidores muestran interés por el papel femenino en el sector, y la necesidad de crear referentes para las generaciones futuras

En lo respectivo al mercado laboral, la mujer sigue todavía teniendo que hacer frente a retos y obstáculos en muchas actividades. La falta de visibilidad sigue siendo una lacra. Especialmente en sectores como el agrícola o el ganadero, donde su labor profesional es considerablemente menos conocida.

La última iniciativa del sector lácteo español, que representa InLac, que es la organización que agrupa a los productores del país pretende poner el foco sobre la transparencia. Y para ello han habilitado el teléfono lácteo, una forma de que los consumidores puedan contactar con los agentes del sector, para poder plantear sus preguntas y resolver todas las dudas sobre esta actividad. El papel de la mujer en el sector lácteo es un tema que nos preocupa, siendo una prioridad del sector.

La situación de la mujer en la ganadería ha cambiado con los años. Hoy en día ha conseguido ganar cierta valoración, aunque la comunidad rural coincide en que todavía queda mucho por hacer para lograr la igualdad efectiva. Y la prioridad sigue estando en la carencia de visibilidad.

Maribel Sánchez es ganadera en Candeleda, Ávila. Reconoce que ya nació “siendo cabrera”, y lleva años trabajando en el sector. Desde su experiencia, la situación tiene mucho margen de mejora todavía. Maribel, que rechaza tópicos como que el suyo sea “un trabajo de hombres”, expone que las cosas siguen siendo muy complicadas, pero asegura que no cesará en su empeño.

El talento y la constancia que llevan años demostrando las mujeres que trabajan en el entorno ganadero están sobradamente probados, como afirma Carmen Rodríguez de CLUN (Cooperativas Lácteas Unidas). Carmen tiene claro que la mujer aporta una parte primordial de las economías familiares del mundo rural. Pero pone el foco en el problema que todavía persiste: la falta de visibilidad y conocimiento sobre su labor, algo prioritario para poder crear referentes que inspiren a las nuevas generaciones.