La Lisboa de los años treinta, aterrorizada por el asesino español del acueducto
Diego Alves se considera el primer asesino en serie español. Este homicida nació en una pequeña aldea gallega de Santa Gertrudis de Samos (Lugo) en 1910. ¿Cuál fue su historia en Portugal? ¿Por qué le llevó a una tendencia criminal sin control? El gallego comenzó su vida trabajando de recadero, cuidador de caballos y cochero para casas portuguesas. Es entonces cuando conoce a unos bandidos de una banda criminal de Lisboa, que le incorporan entre sus miembros.
Fue conocido como El asesino del Acueducto de Aguas Libres en Lisboa (Portugal), sembrando el miedo entre sus habitantes por su decena de asesinatos durante los años treinta, entre los que se cree que oscilan entre setenta y cien personas. Desde el acueducto, atracaba y acababa con la vida de sus víctimas hasta tirarlas por el acueducto, incluyendo niños y bebés, aunque por aquel entonces se creía que se trataba de una oleada de suicidios. Atracos, robos, homicidios… eran muchas de sus cruentas actividades criminales que le llevaron finalmente a la horca, para ser posteriormente decapitado y conservado a lo largo de la historia.
Pablo Villarubia ha necesitado varios meses para conseguir los permisos necesarios para investigar el caso de la cabeza maldita que se encuentra en la Facultad de Medicina de Lisboa. Además, ha revelado la historia de un compañero que vivió una experiencia en los aledaños del acueducto. Desde hace dos siglos, la cabeza de Diego Alves se conserva en formol debido a que un grupo de médicos portugueses querían estudiar el origen de la maldad del asesino y sus compañeros de la banda criminal. Mientras su característica cabeza con cabellos rubios y piel blanquecina no pasa desapercibida, su mirada y tenebrosa historia nos atrapa.