La maldición de la playa de Erese, en Canarias: presencias, sombras y extrañas apariciones

  • Muchas personas han acudido a esa playa expresamente para suicidarse

La isla de la Gomera ha sido escenario de extraños acontecimientos en una playa considerada maldita: la playa de Erese. En 1966 en este recóndito paraje, una madre y un hijo presenciaron un insólito y espeluznante llamamiento que provenía del mar. Eugenia, la madre del niño Francisco, le gritó desesperada para que no acudiera a la llamada de aquel ser que se mantenía casi fuera del agua a pesar del oleaje. “Aquello fue un espíritu”, asegura Eugenia décadas después del suceso.

Otro caso fue el de Epifanio, que contaba que al volver de pescar se topó con una figura de más de dos metros, con los brazos en cruz, que miraba hacia el barranco. Aquel ser no hacia ningún tipo de movimiento, se mantenía estático y, poco a poco, se fue perdiendo en el horizonte.

Siendo escenario de extrañas apariciones y muertes, los pescadores también hablan de ruidos de cadenas y pisadas en las piedras. Además, muchas personas han acudido a esa playa expresamente para suicidarse. Sombras, presencias y extrañas apariciones que a día de hoy siguen erizando la piel de los canarios.