Una periodista de Estados Unidos descubre experimentos con radiación en seres humanos

Una periodista local de Estados Unidos descubre un secreto a voces: experimentar con humanos y el mundo nuclear. Pero con un detalle más, los experimentos se realizaban sin el consentimiento de los individuos.

Esta información no es nueva, data del año 1945 cuando Eileen Welsome, una periodista local estadounidense comienza a investigar sobre un cementerio lleno de animales infectados por la radiación. A raíz de un gran seguimiento, gana el premio Pullitzer en 1999 y escribe el libro “Cobayas atómicas”.

Tal es el revuelo formado que la administración Clinton pidió perdón en 1995 y reconoce que la investigación fue financiada por el Gobierno y se utilizó para mostrar el efecto que causa la radiación nuclear en humanos.

Se inyectaba una dosis muy alta de plutonio o uranio a pacientes enfermos para evaluar el efecto que causa al más puro estilo Chernobil. El experto Javier Sierra y el doctor Tomás Camacho analizan este caso junto con Iker Jiménez.