La historia de la mansión embrujada de Nicolas Cage: la antigua propietaria torturaba a sus esclavos y no fue juzgada por ello

  • La antigua propietaria no fue juzgada por las torturas a los esclavos

Nicolas Cage, gran amante de Nueva Orleans, compró una mansión que resultó estar encantada. Cuentan que la propietaria torturaba a sus esclavos y en una ocasión, aprovechando la fiesta que había organizado la dueña en su casa, prendieron fuego al sótano con ellos dentro. El humo alertó a los invitados y, cuando bajaron, se encontraron con el más tétrico escenario: esclavos amputados, personas encadenadas a las paredes, trepanaciones cerebrales… Pero la mujer nunca fue juzgada por ello. A día de hoy se siguen escuchando los lamentos de los esclavos en la mansión y las presencias son abrumadoras.