¿Recurren algunos toreros a hacer pactos con el príncipe de las tinieblas? Un nuevo reportaje de ‘Cuarto Milenio’ se centra en los supuestos pactos mefistofélicos que hacían algunos matadores de todos, en el pasado, a cambio de fama y estatus social.
Muchos toreros hacían pactos de sangre y prueba de ello son los documentos de la Inquisición que se han encontrado en varios archivos. Archivos secretos en los que queda constancia de que algunos matadores de toros recurrían a artes oscuras para obtener un nivel de vida mejor.
Hay muchas supersticiones en el mundo del toro, pero algunos han llegado, incluso, a cruzar la línea y se pasaron al lado oscuro mediante unos pactos que, a veces, firmaban con su propia sangre o con la del toro. Así se consagraban con el demonio.
Esa es la historia, por ejemplo, de Ventura Rodríguez, un joven natural de Segovia, al que le gustaban mucho los toros y que llegó a escribir con sangre una carta al príncipe de las tinieblas, con el objetivo de tener cualidades para torear, poner banderillas y obtener la capacidad de comunicarse con las personalidades de la época.
Fue durante una partida de cartas con sus amigos, cuando estos se enteraron del pacto que Ventura había hecho con el demonio. Nada más descubrirlo, lo llevaron ante la Santa Inquisición y fue allí donde, para librarse del castigo, dijo que lo había escrito con óxido de hierro.
Sin embargo, aquella excusa no le sirvió de nada y fue condenado a 100 azotes. Un castigo ‘ejemplarizante’ que utilizó la Santa Inquisición para evitar que los jóvenes siguieran los pasos de Ventura Rodríguez.