El trabajador de una residencia relata el suceso que le heló la sangre: "Esas mujeres estaban atadas, no pudieron hacer aquello"

  • Asier le ha contado a Carmen Porter el suceso que vivió en 1995 cuando cuidaba de unas ancianas enfermas en el pabellón de psiquiatría de su residencia

Es una de esas historias que te cortan la respiración. Su protagonista, Asier, ha acudido hasta el plató de la nave del misterio para relatar lo que vivió hace años en una residencia de mayores de Vizcaya y que hasta hoy no se había atrevido a contar.

En el año 1995 nuestro invitado trabajaba en una residencia de ancianos en la que había un pabellón dedicado a enfermos de psiquiatría. Allí vivió la noche más aterradora de su vida. Como cada noche, Asier se encargaba de hacer la ronda por el pabellón de psiquiatría cuidando a los cerca de 40 enfermos que había allí internados. Su planta era la tercera.

Una noche, tras revisar que todo estaba correcto en las habitaciones de los enfermos y que todos ellos estaban dormidos, Asier se fue a la sala de descanso. Desde allí escuchó unos fuertes golpes que le hicieron sospechar al instante que algo no iba bien. Los golpes provenían de una habitación en la que, en su interior, había dos ancianas de avanzada edad atadas a sus camas para evitar que se lesionasen. Era físicamente imposible ya no solo que las mujeres se hubieran podido desatar, si no que dieran esos golpes tan intensos contra la puerta de la habitación. Asier se desplazó hasta la habitación de las ancianas y, con todo el valor del que fue capaz, abrió la puerta. Lo que pasó después es algo que aún hoy le atemoriza: “Salí de allí corriendo”.