La verdad tras la maldición de los faraones: "Lord Carnarvon recibió advertencias antes de abrir la tumba de Tutankamón"

  • La tumba KV62, situada en el Valle de los Reyes, contenía la momia de Tutankamón y fue descubierta por el arqueólogo Howard Carter y Lord Carnarvon en 1922

  • Tras el hallazgo de la momia, comenzaron a sucederse accidentes y muertes en lo que se conocería como la maldición de los faraones del Antiguo Egipto

  • Nacho Ares descubre en ‘Cuarto milenio’ las sesiones de espiritismo que pusieron a Carter y Carnarvon sobre aviso ante lo que estaba a punto de ocurrir

Nacho Ares ha regresado a ‘Cuarto milenio’ para hablar de un asunto que aúna misterio, espiritismo, leyenda y muerte como es la archiconocida maldición de los faraones del Antiguo Egipto.

Concretamente Ares viene a hablarnos de todas esas muertes que tuvieron lugar inexplicablemente tras el descubrimiento de la tumba del rey niño Tutankamón.

Tras uno de los hallazgos más memorables de todos los tiempos tuvieron lugar un serie de accidentes y muertes encadenadas que tocaron de alguna manera a muchos de los implicados en el descubrimiento. Fue el caso de Lord Carnarvon, el mecenas británico que facilitó la excavación de la tumba y que falleció en su hotel de El Cairo pocas semanas después de extraerse la momia de Tukankamon de su tumba a causa de la infección de una herida provocada por la picadura de un mosquito.

A partir de esta muerte, comenzó la leyenda de la maldición de los antiguos faraones, una leyenda que hizo creer a muchos que desenterrar de su descanso a los antiguos reyes de Egipto conllevaba acabar en trágicas circunstancias.

¿Pero qué hay de cierto en esta maldición y qué parte es simple leyenda o sensacionalismo? Nacho Ares ha explicado en la nave del misterio que detrás de esta supuesta maldición de los antiguos faraones se esconde un intento de contacto, por llamarlo de alguna manera, con el mundo del más allá.

En una de las sesiones de espiritismo que se celebraban en Egipto en los años en los que se descubrió la tumba de Tutankamon, Howard Carter, el arqueólogo que extraería tiempo después el cuerpo momificado del faraón niño, escuchó algo que le dejó completamente impresionado: “La médium que dirigía la sesión comenzó a hablar en un extraño dialecto que no utilizaba desde la época del Antiguo Egipto, Carter vio en aquello una clara señal de que efectivamente se estaba conectando con el mundo de los muertos”.

Nacho Ares ha explicado además que Lord Carnarvon recibió una carta poco tiempo antes de abrir la tumba de Tutankamón advirtiéndole de los peligros de perturbar el descanso de los faraones del Antiguo Egipto. 

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