Callejeros: Apuntalados

CUATRO 25/02/2009 13:29

Carmen llora a las puertas de su casa. Esa misma mañana, tiene que abandonar el que ha sido su hogar durante 40 años... "Esto lo hemos construido trabajando más horas de las que marca un reloj"... Como ella, otros 43 vecinos de Sallent, en Barcelona, se han visto obligados a desalojar su vivienda ante el riesgo de que se derrumbe. Los hundimientos del subsuelo de esta localidad han provocado que las autoridades hayan ordenado el desahucio de todo un barrio.

José y Antonia viven en un piso de 15 metros cuadrados en una antigua corrala del centro de Madrid. Pero no se quejan de su vivienda. Lo peor, lo tienen a las puertas de su casa: cientos de puntales sujetan el techo de unos pasillos que parece que pueden venirse abajo en cualquier momento. Una estructura de vigas de madera sostiene las paredes maestras del edificio. Hay grietas en las que cabe una mano. Pero lo que más miedo les da es la escalera del bloque. Entre sus peldaños de madera, hay boquetes de medio metro por los que podría caer una persona. José protesta con amargura: "esto no lo van a arreglar hasta que no pase una desgracia".

Los problemas de estructura no sólo afectan a edificios antiguos o zonas deprimidas. En una zona residencial de Nívar, en Granada, Carlos ha visto como se ha hundido literalmente, parte de su jardín y su piscina. La urbanización fue construida sobre un suelo arcilloso y varios muros de la urbanización se han derrumbado. Algunos chalets han sido desalojados, otros vecinos afirman que se van a dormir sin tener claro si, la mañana siguiente, su casa habrá sido enterrada por un muro o una ladera.