Análisis de Project Cars 3: velocidad para todos

  • La tercera entrega de la saga de conducción relaja sus exigencias para llegar a un público más amplio.

Slightly Mad Studios ha conseguido que Project Cars, con tan solo dos entregas, se haya situado entre los simuladores de conducción más populares, gracias a su realismo y conducción llena de retos. A base de un depurado sistema de físicas y una recreación exhaustiva de los vehículos y trazados, la saga se ha puesto a la altura de otras sagas como Gran Turismo o Assetto Corsa, y es uno de los títulos habituales en las competiciones de Sim Racing. Pero, precisamente su realismo y, por lo tanto, su dificultad, hace que sea un título que se le resiste al común de los mortales, a esos jugadores más ‘casuals’, que buscan una experiencia algo más arcade.

Project Cars 3 se lanza este viernes y llega con un completo lavado de cara y una vuelta de tuerca revolucionaria para la saga. Precisamente, con el objetivo de atraer a ese otro tipo de jugadores, esta tercera entrega incorpora una enorme batería de ayudas a la conducción que, si bien pueden desactivarse en un amplio menú de configuraciones de dificultad, se llevan también algunos elementos por delante, opciones que ya no se podrán incorporar, aunque algún jugador quiera. Así el título sigue teniendo mucho de simulador hiper-realista, en su vertiente más difícil, pero también alcanza la jugabilidad arcade en sus configuraciones más cargadas de ayudas. Algo que, para los jugadores más puristas, puede resultar molesto.

Conducción para todos los niveles

Sin embargo, para aquellos amantes de los juegos de conducción un poco menos exigentes, esta entrega es todo un regalo. Comienza el juego personalizando a tu piloto (su aspecto, los colores de su casco y mono y su nombre) y elige entre los cinco niveles de dificultad disponibles. En el nivel Principiante es capaz de conducir un coche hasta un gato de porcelana. Aquí están activadas las ayudas a la dirección, las ayudas a la frenada, el antibloqueo de los frenos, el control de estabilidad del vehículo, el control de tracción es muy alto, el cambio es automático y están activos los avisos en pantalla, tanto la guía del circuito (que te indican donde reducir la velocidad o dónde tomar y salir de las curvas) como el indicador de proximidad de los contrincantes. Vamos, que básicamente tienes que apretar el acelerador y ya.

El siguiente nivel de dificultad, Novato, mantiene algunas ayudas. Pero desactiva la ayuda a la dirección y casi hace desaparecer la ayuda en la frenada. Los niveles Experimentado y Profesional van desactivando todas las ayudas hasta dejarlas en nada. Aún así, el juego nos permite elegir uno de los cuatro modos y ajustar alguna de las ayudas de manera individual, a nuestro gusto. Así, prácticamente todo el mundo puede llegar a sentirse cómodo con la conducción. Desde lo más parecido a un piloto automático hasta la conducción más exigente.

El juego, esta vez, puede disfrutarse con un mando de juego, algo que no era del todo posible en las entregas anteriores. Estábamos ante un simulador que casi hacía indispensable contar con un volante de competición. En esta tercera entrega, también podemos disfrutar de la sensación realista de utilizar un volante, y cuenta con un apartado para configurarlo a nuestro gusto. Pero es de agradecer que, hasta en los modos de dificultad más exigente, el mando funciona a la perfección.

Progresa en el Moto Trayectoria

Project Cars 3 cuenta con un buen número de modos de juego, pero vamos a centrarnos en su modo principal, el Modo Trayectoria. Este modo está basado en el progreso del jugador como piloto y exige que vayamos comenzando desde abajo, con un primer coche de carretera barato que nos dará acceso a los primeros eventos. Hay una gran cantidad de ellos y comienzan por la clase E de vehículos de carretera. Después, a medida que desbloqueemos nuevos eventos podremos pasar a los eventos de Clase D, C, B, A e Hyper Car (con coches cada vez más espectaculares). Después de esto, tendremos acceso a la categoría GT, con eventos y coches de la clase GT C, GT B, GT A y GT Open. Además de estos grandes eventos, hay otros llamados ‘Por Invitación’ y ‘Desafíos’.

Dentro de cada uno de estos eventos hay diferentes pruebas, repartidas por pistas de todo el mundo y que nos invitan a participar en carreras, pruebas contrarreloj y demás variantes. En todas ellas, evidentemente, lograremos puntos de XP y dinero por ganar o conseguir subirnos al podio, pero, además, cada prueba nos presenta desafíos que podemos superar para lograr un extra de puntos de experiencia (que nos hará subir de nivel y nos aportará dinero). Estos desafíos pueden ser acumular tiempo a rebufo de un oponente, sumar curvas tomadas a la perfección, realizar un número mínimo de adelantamientos limpios o permanecer un tiempo indicado en una posición concreta en carrera. El juego está cargado de desafíos y retos y eso hace que podamos repetir una prueba una y otra vez, para conseguir pescar todos los puntos de experiencia y el dinero que eso aporta.

El dinero nos permitirá aplicar mejoras técnicas a nuestros coches para mejorar su rendimiento o acudir al concesionario a comprar un nuevo modelo, y los puntos de experiencia harán que crezcamos como piloto (subiendo nuestro nivel) y el nivel de nuestros vehículos. Pero conseguir los objetivos de cada prueba (hay tres por ronda) es muy importante por otro motivo: solo acumulándolos conseguiremos desbloquear los eventos siguientes. Eso sí, una vez desbloqueados los eventos (también hay que pagar por inscribirnos en ellos) tendremos que contar en nuestro garaje con un coche con las características que nos exigen para participar.

Llenando el garaje

Así, aunque el principal requisito para desbloquear nuevas rondas y futuros eventos es acumular dianas (que conseguimos cumpliendo retos) necesitaremos coches específicos para competir. Así, tenemos que estar listos para llenar nuestro garaje de coches si queremos seguir progresando Y eso solo puede conseguirse a base de dinero. Por ejemplo, en la categoría Road E hay cuatro eventos: Road E Básicos solo te exige tener un vehículo Clase E (cualquiera), pero el evento Raíces Japonesas te exige contar con un vehículo de Clase E fabricado en Japón. Para el evento Road E Especiales tienes que comprarte un Ford Mustang 2+2 Fastback.

Pero para conseguir comprar los vehículos necesarios para participar en nuevas pruebas nos va a tocar participar, muchas veces, en las pruebas que tengamos disponibles. No vale con ganar la prueba, ni siquiera con obtener los tres desafíos asociados a cada una, sino que necesitaremos conseguir experiencia extra para aumentar nuestros fondos. La progresión es muy importante en el juego, pero para lograrla Project Cars 3 nos va hacer sudar gasolina, compitiendo una y otra vez en los mismos trazados. Lo que hará que cada vez seamos mejores pilotos, eso sí.

Pero otra manera de obtener experiencia y, por lo tanto, fondos para lograr nuevos coches, es participar en el modo Rivales. Este modo de juego, necesariamente online, nos presenta retos diarios, semanales y mensuales, que podemos jugar y rejugar una y otra vez para mejorar nuestras marcas y dejarlas marcadas en los ránkings internacionales. Además de las experiencias increíbles al as que podrán acceder los mejores, siempre te otorgará experiencia.

Y si te estás preguntado cuántos coches podrás tener en tu garaje, el título cuenta con 200 vehículos licenciados. Eso sí, prepara la cartera para conseguirlos todos. Luego, podrás pasearlo por los 120 trazados reales de todo el mundo.

Sal a correr fuera

Además del modo Trayectoria y el modo Rivales podemos configurar un Evento Personalizado, eligiendo entre todos los trazados disponibles, una gran cantidad de vehículos y configurar el tipo de carrera, la meteorología y un montón de variables. Así, si estamos un poco cansados de la progresión lenta y obligatoria del modo Trayectoria, podemos desfogarnos aquí con esos trazados o coches que todavía no hemos desbloqueado.

Y, por supuesto, podemos conectarnos al Modo Multijugador, para disfrutar de la conducción con rivales reales online. Aquí podemos jugar una partida rápida o acceder a eventos programados, que se celebran a horas determinadas y tendrás que apuntarte previamente para participar. Cuando lo hagas, podrás acceder a la clasificación previa para participar. También hay un modo de Salas Personalizadas, para editar tus propios eventos e invitar a tus amigos o para conectarte a las salas de otros jugadores.

Del modo Rivales ya hemos hablado antes, y se trata de otro modo multijugador, pero este te enfrenta a los tiempos (los coches fantasmas) de otros rivales de todo el mundo en eventos diarios, semanales y mensuales. Puedes jugarlos en cualquier momento, una y otra vez, para mejorar tus marcas.

En definitiva…

Project Cars 3 vuelve a ser un claro referente en cuanto a la simulación se refiere, aunque se haya dulcificado un poco para atraer a un público más amplio. Eso ha hecho que desaparezcan algunos elementos de carrera que complicaban la conducción, como la gestión del combustible o el desgaste de los neumáticos (además de la posibilidad de entrada a boxes) y eso es algo que puede fastidiar a sus incondicionales. Pero si ajustas bien el nivel de dificultad y las ayudas, darás con tu manera óptima de disfrutar de la conducción. Además, ahora se puede disfrutar con un mando de consola y no solo con un volante (que también).

A nivel técnico, tenemos que decir que los gráficos no son su fuerte. No pinta mal, pero el detalle de vehículos y trazados no está al máximo nivel, como hemos podido disfrutar en otras sagas. Eso sí, el rendimiento del juego es óptimo y su apartado sonoro es sobresaliente. El nuevo modo Trayectoria y los nuevos Modos Multijugador son muy jugosos y ofrece muchas horas de diversión.