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Team Ninja y Koei Tecmo nos invitan a recorrer una compleja y desafiante senda virtual con Nioh 2, obra que llega 3 años después de la primera entrega y amplía en gran medida las posibilidades que esta ofrecía. Estamos ante un título extenso que requeriría al menos de de 60 horas de juego para ser completado pero que se acabarán alargando hasta más de 100 si queremos explorar en profundidad todo el contenido que Nioh 2 tiene para ofrecernos (además de continuar en Nueva Partida +). A continuación os ofrecemos un completo análisis que cubre todo lo que hay que saber de Nioh 2: sus puntos fuertes, aquellos en los que podría mejorar y más.
Al contrario de lo que ocurría con la primera entrega, que tiene como protagonista a William, en Nioh 2 podemos diseñar a nuestro personaje en un completo editor que permite modificar al milímetro parámetros como el rostro, el pelo, el maquillaje, el cuerpo y la voz, entre otros. Se trata de uno de los editores de personajes más completos que hemos visto en cualquier videojuego y se acerca al nivel de opciones que ofrecen otros como los de Black Desert o Code Vein, por ejemplo. Además, podremos modificarlo en cualquier momento de la aventura desde el mapa principal y nuestra Cabaña personal, un lugar de descanso que ofrece múltiples opciones.
Una vez que hayamos diseñado a nuestro o nuestra protagonista, ya estaremos listos para embarcarnos en la aventura que Team Ninja ha preparado. Podemos disfrutar del juego sin necesidad de haber jugado al primer Nioh, ya que argumentalmente se trata de una precuela. Aun así, siempre es recomendable haber pasado por el original antes de enfrentarnos a los retos que propone esta segunda entrega con tal de tener un dominio más amplio de controles, situaciones jugables y demás. Algo que se puede adquirir a las pocas horas de haber empezado Nioh 2 y que nos costará más o menos en función de nuestro nivel como jugadores y experiencia en otros títulos del mismo género (sí, debemos mencionar la eterna comparación con los Soulslike).
El argumento de Nioh 2 nos sitúa en el año 1555, en el Período Sengoku. Japón se encuentra asolado por una guerra civil que enfrenta a diversos clanes por el control del territorio. A pesar de que nuestro silencioso protagonista parezca ajeno a todo ello, acaba por verse involucrado en diversos asuntos políticos que escapan de su control. Gracias a sus habilidades como Cambiante (medio humano y medio Yokai), resultará una pieza clave en el devenir de numerosas batallas y resolución de conflictos que superan la barrera de lo terrenal.
Es de agradecer que Team Ninja haya hecho un esfuerzo para duplicar el número de escenas cinemáticas y colocarlas al principio y final de cada capítulo de la historia. Gracias a esto, sentimos que estamos más conectados al argumento del título y nos empuja a seguir progresando en el mismo con tal de aprender todos los secretos que el lore de Nioh 2 esconde. Además de conocer a una serie de personajes interesantes y bien diseñados, en la mencionada Cabaña del mapa principal podemos consultar una serie de “entradas de enciclopedia” del juego para leer sus descripciones detalladas y también las de los enemigos, Yokai, ítems y mucho más.
Tras haber diseñado al detalle a nuestro personaje deberemos escoger las dos armas con las que empezaremos nuestra partida. Nuestra decisión no es definitiva, ya que a medida que progresemos iremos encontrando mucho armamento de todo tipo para cambiar a voluntad de tipo de arma, mejorar sus atributos y desbloquear nuevas habilidades.
Tenemos 9 opciones en total: Hachuelas, Kusarigama, Guja alternada, Katana, Odachi, Katana doble, Lanza, Hacha y Tonfas. Cada una de ellas tiene sus propios ataques, características y dependerá de nuestro estilo de juego o preferencias personales el optar por una u otra. Además, hay que tener en cuenta el tema de las posturas: alta, media o baja. Independientemente del arma que llevemos, podemos colocarnos en una postura u otra para poder atacar con más potencia, defender mejor o esquivar sin consumir demasiado Ki, respectivamente.
Algo que descubriremos cuando venzamos al primer jefe son las armas Yokai. Se trata de un tipo de armamento imbuido en corrupción que sirve para causar daño de Ki adicional y potenciar el estado alterado Corrupto de sus víctimas. Cuando causemos daño a un enemigo con un ama Yokai, nuestro indicador de conciencia se irá llenando, por lo que eventualmente podremos alcanzar un estado de vigilia durante el cual el poder del arma aumentará.
El buen uso de esta energía Ki es algo esencial si queremos mantenernos con vida, ya que se consume a cada acción de movimiento extra que realizamos: esprintar, esquivar, atacar y demás. Se recupera automáticamente si estamos unos instantes sin realizar estas acciones, momento que nuestros contrincantes pueden aprovechar para acabar con nosotros. Debemos aprender a gestionar nuestra barra de Ki y a medir las distancias con nuestros enemigos para salir airosos de los enfrentamientos. Eso sí, en Nioh 2 podemos mejorar la recuperación de Ki mediante subida de nivel (y por ello del atributo base) u objetos de uso temporal. Gracias a esto, lo que llevemos en el inventario y nuestra comprensión de los árboles de habilidades y diversas características del personaje son esenciales para dominar la obra que nos ocupa.
En cuanto a la armadura, iremos encontrando piezas para incrementar nuestra defensa y otros atributos a medida que progresemos en la aventura. Sombreros, cascos, máscaras y bandanas cubren la protección de la cabeza, mientras que la del cuerpo está compuesta por una selección muy amplia de corazas, guanteletes, guardarrenes y botas. El seleccionar unas u otras dependerá de nuestras preferencias y posteriormente podremos subirlas de nivel y cambiar su estilo visual gracias a la Herrera.
Volviendo a las armas, cada una va en relación a un atributo (que podemos incrementar cada vez que subamos de nivel): Constitución, Corazón, Valor, Resistencia, Fuerza, Habilidad, Destreza y Magia. Para subir de nivel debemos reunir un material llamado amrita y llevarlo a un Santuario. Si morimos antes de hacerlo apareceremos en el último que hayamos visitado y dejaremos una señal allá dónde caímos. Si logramos recuperarla antes de morir de nuevo conseguiremos de vuelta toda la amrita, pero en caso contrario la perderemos. En esto se asemeja a los mencionados Soulslike con su sistema de almas y hogueras.
Antes de salir de esta primera área de entrenamiento también deberemos escoger el tipo de Yokai que queremos tener para transformarnos. Hay 3 opciones: Feral, Bárbaro y Fantasma. En función del que escojamos cambiará nuestra apariencia Yokai y el tipo de movimientos y habilidades que podemos realizar. Uno es más rápido y se centra en el cuerpo a cuerpo, mientras que otro es más lento y potente y el último se centra en el combate a distancia, por ejemplo. Podremos convertirnos en Yokai cuando logremos llenar la barra correspondiente, algo que recomendamos reservar para el momento en el que nos toque enfrentarnos a peligrosos jefes o enemigos considerablemente poderosos.
Por último, antes de cerrar el apartado de armas, debemos mencionar que también contaremos con opciones a distancia como arcos, mosquetes, bombas y shuriken, entre otros. Disponen de munición limitada, que podemos rellenar en el “Bazar Kodama” de los Santuarios y resultan una pieza clave en el puzle que suponen algunos escenarios, donde nos esperan enemigos ocultos dispuestos a asaltarnos, otros desde los tejados y alturas para dispararnos, etc.
Nioh 2 dispone de un gran número de escenarios distintos. A lo largo del juego visitaremos 7 regiones distintas para cumplir hasta 20 misiones principales y más de 40 secundarias. Como os podéis imaginar, cada misión principal tiene su propio escenario, por lo que junto a nuestro protagonista deberemos recorrer bosques, cuevas, castillos, montañas y mucho más para superar cada reto que se nos ponga por delante.
Las áreas que exploramos en el juego son complejas y amplias. Muchas de ellas juegan con la verticalidad y esperan que los recorramos múltiples veces hasta conocerlos como la palma de nuestra mano. A medida que progresamos podemos desbloquear atajos como escaleras o puertas que nos servirán para retomar nuestra progresión por el nivel si decidimos descansar en un Santuario, momento en el que todos los enemigos del lugar (menos bosses y mini-bosses) vuelven a aparecer.
En estos Santuarios Kodama podemos subir de nivel al usar amrita, donar equipo (armadura, armas y accesorios) a los entrañables espíritus verdes con tal de obtener arroz divino con el que conseguir objetos útiles en su Bazar (munición para armas a distancia, Copas Ochoko para convocar visitantes externos, Elixires para recuperar vida o ítems que ayudan a resistir efectos negativos como veneno, por ejemplo).
Además, desde los Santuarios podemos cambiar de espíritu guardián. Los iremos obteniendo a medida que derrotemos a poderosos Yokai enemigos. Cada uno de ellos cuenta con sus propios ataques y habilidades, por lo que si nos equipamos un núcleo de un boss que acabamos de derrotar podemos usar su ataque especial. Hay de muchos tipos y cada vez se irán sumando más al catálogo, por lo que merece la pena dedicar tiempo a comprender el sistema y subirlos de nivel, equipar unos u otros en función de lo que necesitemos en esos momentos y más.
Los escenarios de Nioh 2 esconden múltiples sorpresas que descubriremos si los exploramos en profundidad. Cofres con loot valioso, enemigos ocultos e incluso coleccionables (como Kodama que otorgan bendiciones) esperan ser encontrados por parte de aquellos jugadores que superen el respeto que les puede suponer el alejarse del camino principal y recorrer las sendas alternativas. Las misiones secundarias ayudan a potenciar esta idea, ya que nos invitan a explorar de nuevo áreas que ya hemos visitado anteriormente, luchar contra nuevas versiones de bosses ya derrotados y demás de cara a recompensarnos con amrita para subir de nivel, equipo valioso y más.
En Nioh 2 nos espera un gran número de enemigos a los que deberemos derrotar si queremos avanzar y completar las diversas misiones del juego. Muchos de ellos son reciclados del primer Nioh y a las pocas horas nos daremos cuenta de que en Team Ninja han abusado de la repetición de enemigos en las diversas áreas que visitaremos. Sabemos que el bestiario es amplio, por lo que podrían haber afinado un poco mejor la selección de personajes hostiles (tanto humanos como Yokai o monstruos) con tal de tener una sensación de frescura constante y no el estancamiento y "extensión artificial" que en ocasiones hemos sentido.
Aun así, las batallas contra jefes son desafiantes y cada una de ellas es distinta, por lo que nos obligará a adaptarnos a nuestro contrincante constantemente de cara a aprovechar sus puntos flojos en nuestro favor y lograr derrotarlos. Para hacerlo contamos con la selección de armas cuerpo a cuerpo y a distancia mencionadas, además de nuestra transformación en Yokai, las habilidades especiales obtenidas mediante núcleos del alma y el uso de otros ítems secundarios para debilitar poco a poco al jefe en cuestión hasta acabar con su barra de vida.
Nioh 2 dispone de un gran número de posibilidades para que cada jugador construya al personaje que prefiera. Además de las diversas opciones de armas, poderes de Yokai y demás mencionados, también disponemos de diversos árboles de habilidades para desarrollar. Encontramos más de 40 habilidades en cada grupo; hay uno por cada arma, otro para nuestra forma Yokai y otros para las categorías de Samurái y Ninja, entre otros. A medida que los desarrollemos podremos obtener una destreza mayor en diversos ámbitos, ser capaces de construir nuevas herramientas y más.
Parte de los árboles de habilidades están bloqueados hasta que completemos misiones secundarias o entrenamientos del Dojo. Gracias a esto, en Team Ninja nos invitan a explorar cada detalle del contenido disponible de Nioh 2 y a no centrarnos únicamente en la misión principal (algo que muchos jugadores prefieren hacer sobre todo en títulos tan largos como el que nos ocupa).
A medida que avancemos en la historia tendremos nuevas opciones desbloqueadas. Una de ellas es la herrera, a la cual podemos acudir siempre que nos encontremos en el menú principal para comprar y vender armas y armaduras, mejorarlas, combinar alma (para hacer más poderosas las armas Yokai), cambiar su estilo (mantener características pero variar su apariencia al ítem que prefiramos), templar, remodelar y desmontar (para obtener los materiales). Acudir de vez en cuando a visitar a la herrera es esencial si queremos optimizar nuestro equipo, algo necesario de cara a hacer frente a los tramos más complicados del juego.
Nioh 2 ha ampliado las opciones de su modo cooperativo online. Podemos convocar a jugadores aleatorios o bien a amigos (si establecemos un código) para que nos ayuden a superar cualquier nivel tan solo con acudir a un Santuario y seleccionar la opción de “Invocar visitante”. Para ello necesitamos dos cosas: estar suscritos a PlayStation Plus y disponer de suficientes Copas Ochoko. Se trata de ítems que podemos comprar en el Bazar Kodama o recoger de enemigos caídos.
Cuando un jugador acuda a nuestra partida puede ayudarnos a superar el nivel en el que nos encontremos y obtener amrita y diversas recompensas por ello. Sin embargo, si somos nosotros los que queremos unirnos a otra partida tan solo podremos hacerlo desde el mapa principal del juego. Allí también se puede acceder al modo “Expediciones”. Se trata de una conexión más permanente entre jugadores que nos permite superar niveles en compañía con una barra de salud compartida y algunos cambios en la distribución del escenario y los jefes.
Resulta interesante probarlo y sin duda se trata de una ayuda indispensable si estamos atascados con alguna misión o jefe y necesitamos la asistencia de un par de manos virtuales (y su correspondiente forma Yokai). Siempre tenemos la opción de usar Tumbas Benevolentes, pero los jugadores que convocan son NPC que sirven de poco más que de señuelos.
El apartado gráfico de Nioh 2 es en uno de los que más flaquea. A pesar de tener unos personajes con unos diseños muy cuidados y unos escenarios repletos de contenido, la distancia de dibujado deja bastante que desear y hay diversas texturas que deberían haber sido mejor pulidas. Es algo que se aplica a lo técnico. En general, Nioh 2 aguanta el tipo pero en alguna que otra partida hemos detectado bugs menores y una precisión algo inexacta en ciertos movimientos y ataques. En cuanto a FPS, no suele mantener los 60 estables, sino que cae hasta unos 30 en escenas de mucha carga en pantalla.
Por otro lado, el apartado sonoro es satisfactorio y completo. Dispone de una banda sonora con pistas adaptativas en función de la situación que estamos viviendo: calma, escenas de acción, combates contra jefes, etc. y de efectos de sonido cuidados para cada arma y enemigo. Gracias a ello, podemos estar mucho más atentos al ambiente para evitar que nos sorprendan.
Nioh 2 supera en gran medida a la primera entrega. No es un juego perfecto y a nuestro parecer tiene una extensión demasiado amplia debido a haber reciclado enemigos y jefes o repetir zonas en las misiones secundarias. Aun así, es de agradecer que hayan ampliado diversos apartados de la jugabilidad (más armas, transformación en Yokai, etc.) para ofrecer un gran abanico de posibilidades a los jugadores y que cada uno pueda construirse una build determinada para su Cambiante protagonista.
Ya podemos disfrutar (o sufrir) jugando al título en PlayStation 4 y, en caso de quedarnos atascados, siempre podremos subir de nivel, mejorar nuestro equipo o convocar a otros jugadores para seguir adelante. Por ello, lo nuevo de Team Ninja y Koei Tecmo es algo más accesible para todo aquel que se atreva a recorrer una senda repleta de retos, peligros y también una gran satisfacción al superarlos.