Análisis de Demon’s Souls para PlayStation 5

  • Volvemos a Boletaria a vivir la pesadilla original, totalmente renovada.

  • Un remake extraordinario que respeta al máximo el juego original.

Con Demon’s Souls empezó todo. La obra de PlayStation 3 fue el inicio de la saga Dark Souls de From Software y todo lo que ha venido después. Con ese gusto por los juegos desafiantes y difíciles que ha enloquecido a la comunidad de jugones y que sigue tan de moda. Bluepoint, los encargados del genial remake de Shadow of the Colossus que disfrutamos hace un par de años, se han atrevido con Demon’s Souls para dotar al lanzamiento de Playstation 5 de un exclusivo de primera. El resultado es una fabulosa revisión que nos devuelve este clásico con gráficos y gameplay de nueva generación, que respeta al máximo la obra original y que solo cambia lo justo y necesario.

Poder volver a Boletaria con este nuevo aspecto y estos gráficos mejorados es un gustazo para todos aquellos que ya vivieron esta pesadilla en PS3, pero sobre todo es una oportunidad para todos aquellos que no lo hicieron. Es la mejor manera de descubrir el juego original que sirvió de germen para una saga épica y un género de juegos alucinante. Como ocurriría luego con la saga Dark Souls, Demon’s Souls es juego de rol muy profundo que basa su experiencia en un sistema de combate difícil, exigente, en el que hay que pensar una y otra vez cual será nuestro próximo movimiento y en le que hay que arriesgarse lo justo. Un juego que exige paciencia y dedicación y que puede arrastrarte a la frustración. Pero precisamente ahí radica su principal encanto. PS5 ya tiene uno de sus juegos mas esperados.

Cuanto mayor es el desafío, mayor es la recompensa

Como ya hemos dicho, Demon’s Souls inauguró una forma de desarrollar juegos que recuperaban en gran medida el espíritu de muchos videojuegos de principios de los 80. Títulos complicados, desafiantes, que nos hacían repetir una pantalla decenas de veces hasta que conseguíamos superarla. Podían ser muy crueles y desesperantes, pero cuando por fin conseguías superar el reto, la satisfacción era enorme. Después llegaron las ayudas, los tutoriales, los checkpoints cada cinco pasos y los gameplays facilones. Pero Demon’s Souls volvió a poner en el foco en los combates complicados y la dificultad bien ajustada. Y aunque hay que ser un poco hábil, en la mayoría de las ocasiones no es cuestión de habilidad, sino de tomar decisiones acertadas en cada momento, antes de cada lance, para seguir avanzando.

Demon’s Soul cuenta con un profundo editor de personaje y, nada más comenzar, tendremos que crear a nuestro héroe. Y aquí podemos elegir entre un montón de clases distintas y elegir una ayuda inicial para llevar con nosotros. Hay para todos los gustos y aquí no hay ninguna elección equivocada, ya que dependerá de la manera de jugar de cada uno. Una vez comiences la aventura te enfrentarás a una especie de prólogo, que sirve para hacerse con los controles básicos del juego. Aquí comprobamos ya un cambio importante con respecto al título original: si en el título de 2009 solo podíamos rodar/esquivar en cuatro sentidos, aquí ya podemos hacerlo en cualquier dirección. Lo que nos da muchas posibilidades de defensa. Aprovecha este primer nivel, bastante asequible, para hacerte con los controles: domina el ataque simple y el ataque potente, agarrar el arma a dos manos, cubrirte con el escudo, dar un golpe con el escudo para después realizar un contra-ataque potente, la gestión del inventario, etc. Te va la vida en ello.

Al finalizar esta primera zona tienes la ocasión de intentar eliminar a un jefe final, al que se puede eliminar si eres un poco hábil, pero poco después morirás irremediablemente. No te preocupes, no hay otra opción. Aquí abandonarás tu cuerpo y viajarás a El Nexo, el lugar central del juego donde podrás gestionar tu equipo, tu progreso, aquí podrás intercambiar las almas que consigas para subir de nivel, etc. Y desde aquí, tendrás acceso a los cinco mundos disponibles (con sus tres o cuatro subniveles), donde podrás hacer incursiones para recolectar almas, recompensas y eliminar a los demonios que aguardan al final de cada fase. Con mucho tesón, mucha cabeza y, sobre todo, mucha paciencia para no desesperar, podrás enfrentarte a toda esta colección de desafíos alucinantes, para seguir progresando a tu personaje y avanzando en el juego.

Cada mundo y cada nivel de cada uno de ellos es difícil, pero todos y cada uno de ellos es difícil de una manera diferente, añadiendo nuevos desafíos sorprendentes. Y lo bueno es que, si te atascas en un nivel, siempre puedes volver al nexo a probar con otro de los otros mundos disponibles. De hecho, una vez que has derrotado al primer demonio del primer nivel disponible (el Palacio de Boletaria) se abrirán las distintas archipiedras que te darán acceso a los otros mundos. Es recomendable, por el nivel de dificultad, que vayas completando primero el primer nivel de cada mundo, y una vez hayas completado todos, pases a completar los segundos, y así sucesivamente.

Y siempre, entre ellos, no olvides volver al nexo a canjear tus almas para subir de nivel, o para comprar hierbas curativas, mejorar tus armas, etc. Y cuando has mejorado a tu personaje, cuando has potenciado tus conjuros o has obtenido un arma mejor, puedes enfrentarte a ese nivel que se te resistía de una manera distinta, como si fuese otro juego. Esta peculiaridad diferencia a Demon’s Souls de los siguientes juegos de la saga Dark Souls, y por eso es tan único y original. Y sigue funcionando en este fabuloso remake.

El mismo juego, pero mejor en muchos aspectos

Como ya hemos dicho, el trabajo de Bluepoint se ha caracterizado por un absoluto respeto al trabajo original, pero eso o quiere decir que no hayan introducido cambios. La mayoría de ellos son pequeños, pero también hay que decir que han venido a facilitar la vida de los jugadores, con elementos realmente útiles en el juego. Un fantástico ejemplo es la del nuevo cinturón de herramientas, un acceso rápido a cuatro elementos útiles que podemos personalizar y al que accedemos mediante el panel táctil del DualSense. Otros añadidos son los arcos de piedra que ahora nos permiten reiniciar a los enemigos sin la necesidad de volver al Nexo; ver cual es el siguiente artículo equipado; ver cuanto aguante tendrá nuestra arma sin necesidad de entrar en el menú inventario; poder enviar artículos a tu caja de botín sin necesidad de volver al Nexo, un nuevo interfaz completamente renovado y más limpio, etc.

Pero más allá de actualizar el juego para hacerlo más moderno, sin retocar el alma y el espíritu original del título, la potencia de PlayStation 5 ofrece a Demon’s Souls un montón de capacidades alucinantes. Una de ellas es, por supuesto, la reducción drástica de los tiempos de carga. Sólo se requiere de unos pocos segundos para saltar del Nexo a uno de los mundos gracias a una de las archipiedras disponibles, o cada vez que mueres solo esperarás cuatro o cinco segundos para volver a la acción. Si jugaste al original, valorarás mucho esta ausencia casi total de tiempos de cargas en un juego como este. Es impagable. Además, todas las sensaciones hápticas que el DualSense es capaz de transmitirnos hacen que el juego gane en intensidad. El gatillo del escudo tiembla con cada golpe que recibe, todo el mando vibra con los temblores que producen los enormes jefes finales y el altavoz del mando reproduce y amplifica distintos efectos del juego.

Y, por supuesto, Demon’s Souls ha ganado de manera exponencial en su aspecto gráfico. El trabajo para darle un aspecto impresionante ha dado sus frutos y consigue que el juego sea uno de los más bonitos e impresionantes títulos a nivel gráfico de esta primera ornada de juegos para PS5. Hay una obsesiva atención a los detalles, a las reacciones realistas de los enemigos, sus comportamientos, sus caras de terror o de odio, la manera de moverse y atacar… Todas las físicas del juego, las colisiones con todos los personajes u objetos… todo está bien pulido, mejorado y ofrece un realismo que resultaría imposible hace 11 años.

Y es cierto que Bluepoint se ha podido tomar una gran libertad artística a la hora de volver a crear los gráficos y la banda sonora, pero tenemos que decir que lo ha hecho con un gusto exquisito, un respeto total al original y con unos resultados que solo hacen que el título vuelva a brillar a un extraordinario nivel. Sólo hay que pasar unos minutos con Demon’s Souls para quedarse maravillado con su aspecto gráfico y para vibrar con esa banda sonora, más oscura y épica que la del título de 2009.

En definitiva…

No queremos profundizar mucho más en el gameplay o los secretos que encierra este profundo juego de rol y acción que fue el germen de un género que triunfa en nuestros días, porque es un juego ya conocido, del que se ha hablado mucho, y que se ha convertido en un clásico que todo el mundo debería jugar. Precisamente por eso el remake llega en un momento ideal, y con el mejor lavado de cara posible y se ha confirmado como uno de los primeros ‘must have’ exclusivos de PS5.