Las residencias de ancianos son unas de las grandes damnificadas de la pandemia del coronavirus. En una residencia de Asturias ha ocurrido, en plena segunda ola, algo muy llamativo: ‘Limitan las videollamadas tras declararse un brote’.
El Servicio Asturiano de Salud limita a una llamada por persona y día las comunicaciones con ancianos en la residencia de Santirso, en Oviedo. “¿Qué sentido tiene limitar las llamadas? Lo único que tiene nuestros mayores que es poder hablar con sus familiares, ni eso van a poder hacer”, se preguntaba Risto sorprendido con la noticia y antes de conectar con Maite Pan, secretaria de la Plataforma afectados por los Establecimientos Residenciales del Principado (ERA).
“Nosotros tampoco comprendemos esta decisión. Tenemos que decir que estamos muy enfadados con esto de la comunicación con los ancianos. Encima de que están ahí metidos sin ver a sus familiares, tampoco pueden hablar con ellos”, comentaba Maite. “No hay ninguna razón sanitaria, es alguien al que se le han cruzado los cables”, continuaba. “Que el principado se meta en las llamadas a los residentes es una vergüenza”, aseguraba la secretaria de la Plataforma afectados por los ERA.