La procesión del ‘coño insumiso’ ha llegado a juzgados entre gritos feministas y cristianos. Así anunciaban los medios, el comienzo del juicio contra las mujeres feministas que llevaron en procesión por las calles de Sevilla una vagina de látex de 2 metros de altura vestida con mantilla. En esta ocasión la vagina ha llegado hasta la puerta de los juzgados y lo ha hecho vagina vestida de flamenca y en silla de ruedas, algo que tampoco ha sentado muy bien. Para las tres acusadas se pide 3.000€ de multa por supuesto delito contra los sentimientos religiosos y un año de prisión.
Antonia Ávalos, una de las activistas que se ha sentado en el banquillo de las acusadas, asegura que no sabe qué va a pasar pero que ella va a seguir luchando por los derechos de la mujer “lo nuestro va de luchas políticas y terrenales”. Les piden una multa y un año de cárcel, pero no se arrepiente de su lucha “era una performance, una celebración de la vida y la alegría… nos sentimos representadas por una parte de nuestro cuerpo que nos pertenece solo a nosotras”.
¿Reivindicación de las partes del cuerpo de la mujer o provocación?