La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Elche (Alicante), Amparo Cerdá ha demandado a su exmarido por agresión, pero ha salido ante los medios para explicar que ellas rechaza, de acuerdo con la ideología de su partido, que su denuncia por agresión haya seguido el protocolo de una agresión de violencia de género: “Yo presentó una denuncia en la Policía Nacional por agresión a mi persona, una agresión llevada a cabo por mi exmarido… Esta denuncia revoca en violencia de género porque la Ley lo establece así… Quiero reivindicar la inocencia del hombre porque la mujer se convierte en victima nada más empezar a hablar… Yo no me considero una mujer víctima de violencia de género, es una agresión física puntual. Las víctimas de violencia de género viven en silencio unas agresiones físicas y psicológicas que se prolongan en el tiempo… No quiero que mi denuncia se utilice contra mi persona o mi partido o que se piense que yo la he interpuesto para mi beneficio”.
Ante tal situación, nuestra reportera Natalia Lombardo ha querido saber qué pensaba Rocío Monasterio de esta situación y ha ido hasta la Asamblea de Madrid para preguntarle. Monasterio no ha opinado sobre las declaraciones de Cerdá, pero sí nos ha dicho por qué se estaba comportando así: “Es una vergüenza que se filtren sus datos, se expongan a la opinión pública… Está discrepando de un protocolo que no le parece adecuado… Nosotros criticamos un protocolo y una ley de violencia de género que es un gran fracaso”.