'Todo es mentira' ha podido hablar con Paco (nombre ficticio), un carretillero que fue despedido en julio tras pedir agua en su jornada laboral cargando cajas. Llevaba poco en la empresa, desde marzo, y se dio cuenta desde que llegó que no les facilitaban agua.
En julio, en plena ola de calor a 35 grados, "el día que me despiden, yo llegó y digo 'necesito agua", ha explicado, y le dicen que después. Trabaja en un almacén cargando cajas de casi 60 kilos, "imagínate lo que sudo", porque son ocho sin parar. Como no le daban agua, más tarde fue a hablar con el jefe y este le dijo tajantemente, "no", "como que estaba cansado de que le insistiera", ha contado.
Su notificación de despido es disciplinario, y "no es por pedir agua", ha explicado este carretillero, "ellos se agarran al portazo" que dio al salir enfadado de la oficina, "y a parte suman que yo me encaro al encargado". Ese día le dijeron que se fuera a su casa y a los dos días recibió la notificación. Paco no quiere llegar al punto de denunciar a su empresa, pero le ha perjudicado emocionalmente.