'Las fronteras del miedo': los países que temen la invasión rusa ante las amenazas de Putin

Después de descubrir quiénes son 'Los aliados de Putin', aquellos países que apoyan al mandatario ruso, 'Todo es verdad' emite ahora un documental bajo el título 'Las fronteras del miedo'. Tras la invasión rusa en Ucrania, son varios los países que miran con temor a su país vecino.

Georgia ya se enfrentó a Rusia en 2008 por Osetia del Sur, un territorio independiente de Georgia y con presencia militar rusa. En este caso, los georgianos nos pudieron con el envite ruso y tras once días Rusia ganó la guerra. Hoy en día sus tropas permanecen en el lugar, lo que podría dar pie a que Rusia intentase controlar el resto del país.

Moldavia y su territorio en disputa, Transnistria, una unidad territorial autónoma, son fronterizos de Ucrania y creen que la entrada de los rusos en sus fronteras puedan acabar con la paz que llevan años tratando de construir. Y es que la invasión de Putin ha despertado un viejo fantasma en Europa del Este: las antiguas Repúblicas soviéticas están viendo amenazadas su libertad ante un Putin que no olvida los días de gloria de Rusia.

Hasta Finlandia se ha desplazado 'Todo es verdad' para comprobar la inquietud que existe en el país tras lo sucedido en Ucrania. Finlandia es uno de los países que ha roto su histórica neutralidad y se ha unido a occidente en las sanciones contra Rusia. Se abrió el debate de su ingreso en la OTAN y Putin reaccionó con una amenaza directa. La población respondió como nunca antes con un contundente 'Sí' a la anexión a la Alianza Atlántica.

No es la primera vez que Finlandia ha plantado cara a Rusia. A principios de la II Guerra Mundial, lo hizo en la 'Guerra de invierno', que supuso una victoria moral para el pueblo finlandés frente a la URSS. Por otra parte, hoy en día se habla de túneles que estarían preparados con todas las infraestructuras para un posible asedio.

Por otra parte, Polonia se prepara para un posible ataque ruso, según el embajador ucraniano en Varsovia. El país es una pieza fundamental en este ajedrez de guerra no solo por la labor humanitaria que está realizando acogiendo refugiados sino porque es posible que la herencia soviética que tiene en su historia puede ser motivo de objetivo para Putin.

Además, los países bálticos (Letonia, Lituania y Estonia) no consiguieron su independencia de la URSS hasta la caída del imperio en 1991. Entraron en la Unión Europea y en la OTAN al desintegrarse la URSS y desde entonces el temor a la represalia existe.