La incredulidad de una soltera de 'First Dates' cuando su cita presume de hacerlo todo bien: "¿Te estás poniendo medallitas?"

El soltero asegura que hace todo bien y sino, no lo hace. Una afirmación que hace dudar a la soltera por sus experiencias pasadas
Un soltero se lanza a besar a su cita de ‘First Dates’ y se lleva una cobra: "No era ni el lugar ni el momento"
Diana es una soltera de 47 años que le han pedido a lo largo de su vida cinco veces que se case. Esto le ha llevado a hacer una reflexión y esa es que, hasta que no te piden matrimonio, no analizas si esa persona es para ti y si quieres pasar el resto de tu vida con ella. "Pues no me he casado", bromea.
Por esta razón, considera que no le ha ido muy bien en el amor aunque "de todo se aprende", señala. Sin embargo, sí que ha sido madre de un hijo transexual de 24 años, algo de lo que se dio cuenta desde que nació: "Nació con cuerpo de niña pero era un niño".
A la telefonista le llaman la atención los hombres "grandotes", "fuertes", "mulatos", "negros", confiesa con una sonrisa cómplice. "Siempre morenos, con la mirada intensa, ojos grandes... Es que yo soy grandota", añade Diana.
Su cita en 'First Dates' es Bruno, un camerunés de 36 años que se considera a sí mismo muy maduro para "los pocos años" que tiene al haber visitado 12 países y conocido mucha gente. También por su situación familiar pues son 10 hijos de los cuales seis han tenido que emigrar. Esa diversidad cultural dentro de una familia "hace que la mente de uno ya está abierta".
Considera que su éxito con las mujeres españolas se debe a que ahora "son más libres y les gusta probar cosas nuevas". "Al ser un chico negro y alto, yo creo que eso es atractivo", afirma.
Razón no le falta pues la primera impresión de la soltera es positiva: "Al ver abrir la puerta un chico de color grandote... Me ha gustado". A Bruno también parece haberle gustado: "Es una mujer guapa y hermosa, físicamente no hay nada que decir". ¿Conectarán también mentalmente los solteros?
"Cuando te venden las cosas muy hechas..."
Por las primeras impresiones, parece que a Diana y Bruno les ha gustado lo que ven. Pero el físico es solo el principio pues lo importante no siempre es lo que ves, sino lo que te hace sentir. Sin embargo, durante la cena parecen haber tenido un pequeño desliz cuando el soltero ha afirmado: "Me gusta hacer las cosas bien. Si no las hago bien, no las hago".
Por eso, cuando Bruno está conociendo a alguien, necesita que "las cosas vayan fluyendo" y "conocer a la persona". Razón por la cual desmiente la creencia de muchas personas de que "los hombres, cuando ven la oportunidad de estar con una mujer, es una oportunidad": "Yo no lo veo como una oportunidad, la oportunidad la tenemos los dos".
Además, asegura no ser una persona que disfrute del sexo si no existe una conexión por un motivo: "No soy de hacer las cosas por hacerlas". "¿Seguro o te estás poniendo medallitas?", pregunta incrédula la soltera. Ante su respuesta afirmativa, Diana reacciona: "Toma, un pin". "Estoy acostumbrada a que me cuenten muchos cuentos entonces, una ya percibe un poquito las cosas. Cuando te venden las cosas muy hechas, normalmente no son ciertas", confiesa la soltera en su momento a solas con la cámara.
Esto, sumado a su teoría sobre la anatomía de la mujer la cual asegura que cada mujer es diferente y, por tanto, "hay que saber llevar a cada mujer", hace que la soltera vaya tornándose cada vez más incrédula. "Me gusta hacer las cosas bien porque yo soy un cazador, me gusta descubrir, ir conquistando, tocando el cuerpo...", confiesa él. Una idea que va pillando la soltera: "Tú haces algo y a ver cómo reacciona".

