Laura Ceballo 07 MAY 2025 - 23:58h.

Desde que su hijo Juan Andrés tomó la decisión de mudarse a Madrid para cumplir su sueño, Salvadora Maya se encontraba profundamente triste y decepcionada. Sentía que su hijo la había abandonado y le echaba de menos a cada momento. Tanto que, a pesar de negarse en un principio, terminó viajando a la capital para visitarle y estar presente en el gran estreno de su espectáculo.

Llegó sin avisar, y eso supuso un nuevo desencuentro entre ellos. Además, la idea de comprarle nuevos muebles a su gusto para redecorar su piso de ciudad tampoco ayudó a que limaran asperezas. Su relación se ha ido tensando poco a poco y parece no tener solución.

Pero, más allá de todos sus encontronazos, el amor que se tienen puede con todo. Después de que el sobrino de Maya les preparara una terapia en la que los dos sacaran lo que llevaban dentro, madre e hijo decidían continuar con su conversación. Paseando y ya de noche, se sentaban y mantenían su charla más especial.

Salvadora Maya a Juan Andrés: "Estoy muy orgullosa de ti"

Desde el entendimiento, Juan Andrés y Salvadora Maya se sinceraba y, por fin, acercaban posturas. "Mamá, te voy a decir una cosa, pero no me cortes. Yo entiendo que muchas veces no soy el mejor hijo. Sé que muchas veces me cuesta decirte cosas bonitas, pero yo las siento. Entiendo por lo que estás pasando, porque me he venido a Madrid y sé el esfuerzo que has hecho para venir aquí. Pero quiero llegar contigo a un entendimiento porque es mi trabajo, yo soy bailaor. Me dieron esta oportunidad y la he cogido", comenzaba él.

"Pero tienes que entender que tú eres el amor de mi vida. Eres mi madre y eres lo que más amo en esta vida, eres lo que más quiero en este mundo. Eres tú y mi padre. Mi padre se fue y yo le tengo siempre en mi corazón conmigo. Pero tú estás físicamente conmigo y para mí eres el amor de mi vida", se sinceraba.

Sus palabras emocionaban mucho a Salvadora, que le agradecía este sincero gesto y también se abría con él: "Yo lo estoy intentando, porque yo te comprendo. Yo sé que tú lo estás haciendo porque lo necesitas, ya me acostumbraré. Siempre vas a ser mi hijo, hagas lo que hagas, y ya está. Si tú lo has decidido así, qué vamos a hacer. Yo estoy muy orgullosa de ti, y se terminó".