'First Dates' celebra su noveno aniversario: estas son las nueve citas en las que Cupido dio a la diana
Descubre 9 de los flechazos más bonitos e inesperados de la historia de 'First Dates'
No todos los flechazos se producen en el primer segundo ni todos tienen un final feliz
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Dicen que no hay que fiarse de las apariencias y no siempre que una primera impresión es buena, la cita termina en un “Sí”. Pero cuando los solteros hablan de flechazo en los primeros minutos de su cita en ‘First Dates’, la experiencia nos dice que, salvo inconvenientes inesperados, Cupido ha dado en la diana.
Es imposible elegir las nueve citas más bonitas, tiernas o románticas que se han vivido en el restaurante entre miles de encuentros, pero con el motivo de su noveno aniversario, sí podemos recordar algunos de los flechazos que más nos han impactado. Eso sí, no todos los flechazos son iguales ni correspondidos, ya sabéis que entre dos personas que tienen una cita a ciegas en ‘First Dates’, todo puede pasar hasta el momento de la decisión final.
Si os hablamos de Juan y de Blanca seguro que se os venga a la cabeza ninguna cita en particular, pero seguro que, si escucháis eso de Juan, un soltero de El Toboso que entró en ‘First Dates’ con la montera puesta, la cosa cambie. Igual no fue un flechazo al uso, pero él y Blanca nos regalaron una tierna y divertida cita que terminó con un calendario de 2017 y un “sí” llenito de ilusión.
Un flechazo y un lo dejo todo por ti
Cuando dos solteros se gustan, se nota y muchas veces ya les escuchamos hacer planes de futuro en la primera cita, pero son muy pocas las ocasiones en las que el flechazo es tal que los solteros ya se imaginan hasta cambiando su lugar de residencia. A Aarón y Geoffrey les pasó, y tras poco más de una hora ya tenían las maletas hechas para irse a vivir juntos al norte.
Hay flechazos que no surgen a primera vista y que surgen tras escuchar una frase de tu cita, tener un acercamiento o incluso, bailando una canción. Hablamos de flechazos, pero hay cosas que se van fraguando poquito a poquito y que llegan a momento final en el que la pasión es tal que puede estallar sin previo aviso. No todo vale para demostrarle a tu cita en ‘First Dates’ que te ha vuelto loco y sino mirar este comentario de Franky que estuvo a puntito de echarlo todo a perder.
No hay nada que nos guste más en el restaurante de ‘First Dates’ que escuchar a uno de nuestros solteros pronunciar la palabra flechazo y más si no es un flechazo puramente físico y que se refleja en sus ojos de ilusión. Este momento “Llevo toda la vida esperándote” de Pilar y Francisco, fue maravilloso.
El flechazo más surrealista vivido en ‘First Dates’
Según la RAE, un flechazo es “un amor que súbitamente se siente o se inspira”, un enamoramiento instantáneo, un arrebato, una pasión desmedida en un momento dado. Y según ‘First Dates’, es un disparo directo al corazón que puedes sentir hasta sentado en el sofá de tu casa viendo a dos solteros darse calabazas en nuestro restaurante. Sí, Belén sintió un flechazo por Richard cuando le vio que le daban plantón en su primera cita y nos pidió conocerle.
Puedes sentir un flechazo por una persona que ves por televisión o por el hombre que está en la mesa de al lado como le pasó a Luna, quién no era capaz de prestarle ningún tipo de atención a su cita porque solo tenía ojos para el otro comensal.
“Tengo mariposas en el estómago, estoy en una nube”, aseguraba llena de ilusión Elisa al saber que Ixel no era solo el hombre de su vida, sino que podría llegar a ser el padre de sus hijos eso sí, si decidía despedirse de su gato. Bromas aparte, Elisa sintió al ver a Ixel que era lo que estaba buscando y durante su cita no hizo nada más que volar en una nube de amor y felicidad.
Los flechazos que muchos solteras buscan son los que surgen a primera vista y que te producen un escalofrío por todo el cuerpo. Un flechazo como el que sintió Victoria al ver a Ángel y escucharle un “mi sueño eres tú”.
Pero para flechazos bonitos, los que se producen pasados los 80. Los solteros llegan a ‘First Dates’ con la ilusión de encontrar a alguien con quién pasear, salir a bailar, darse la mano y disfrutar un poquito, y muy pocos imaginan salir del restaurante de Carlos Sobera con el corazón llenito de amor.