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'La casa de muñecas' de Cartagena: presencias, niños en la ventana y un sótano maldito

Todo sobre la 'Casa de muñecas' de Cartagena.
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‘Cuarto Milenio’ viaja hasta Cartagena para investigar sobre ‘La casa de muñecas’. Hablamos con Juana Pérez, propietaria de Villa Esperanza, que nos cuenta cómo su marido se enamoró de esa casa que, en su momento, “era una ruina total”. Hicieron obra para adecentarla sin saber que allí falleció un hombre tiempo atrás.

Ahondamos en el pasado de esta mansión y descubrimos que una antigua familia que vivió allí tenía una hija que disponía de muchas muñecas de porcelana: “Cuenta la leyenda que le gustaba colocar a las muñecas por toda la escalera de caracol y hablar con ellas”. Muchas familias pasaron por allí, pero lo sorprendente es que la casa fue utilizada como casa mortuoria de la ciudad.

De esta manera, la casa fue un lugar donde se cuidaban, se arreglaban y se velaban a los fallecidos en Cartagena. Se cree también que se llevaron a cabo reuniones espiritistas y hay quienes aseguran que han escuchado ruidos e incluso han visto aparecer niños a través de las ventanas: “Se ha contado de manera popular de gente que lo ha oído o visto”.

“La casa tenía vida durante la noche”, añaden algunos. Empezó a conocerse como un lugar maldito y de apariciones, pues muchos veían cabezas de niños asomarse. Dicen que el sótano es el punto caliente donde suceden más cosas. De hecho, han llegado a ver a un hombre en este habitáculo de la casa.

La visita de Aldo Linares a ‘La casa de muñecas’

Aldo Linares acude al lugar y nos cuenta qué es lo que siente en esta casa: “Me viene una voz masculina llamando ‘¡mujer!”, llega a confesar durante su visita. Dice tener la sensación de que va a llegar alguien en cualquier momento y llega a sentir a una mujer con niños. Descubrimos después que el lugar fue una especie de orfanato o escuela infantil.