Jesús Calleja y Pedro Piqueras se adentran en una zona con peligrosos niveles de dióxido de carbono: animales muertos, mareos y la incapacidad de respirar

  • Lo han hecho acompañados de los científicos y los equipos de seguridad

  • Se trata de zonas que no han sido afectadas físicamente, pero que no pueden estar habitadas debido a presencia de un gas letal

  • “Calor, calor, me mareo, es brutal", decía Calleja al experimentar una de las peores zonas

Durante su viaja a La Palma, Jesús Calleja y Pedro Piqueras se han adentrado en las llamadas zonas de exclusión acompañados de los científicos y los equipos de seguridad. Se trata de zonas que no han sido afectadas físicamente, pero que no pueden estar habitadas debido a presencia de un gas letal.

Los expertos les han recibido explicándoles cuáles son los valores habituales de dióxido de carbono: entre 400 y 1.000 ppm. Los problemas comenzarían a aparecer a partir de los 5000 ppm. Un aparato de mediciones les permitía saber cómo iban cambiando estos valores según se adentraban en la zona.

Llegaban a una zona acordonada: “A partir de aquí estamos entrando en una zona donde hay problema de gases en el exterior. Vamos a empezar a ver animales muertos”, les adelantaba el experto. Y, en efecto, numerosos animales, principalmente aves, yacían en las calles. “Esto acoj***”, decía Calleja.

Los presentadores comprueba la sensación que se vive en esas zonas

Aparato en mano, Jesús se atrevía a entrar a una zona en la que, tal y como avanzaba el experto, iba a sentir una sensación rara: “Calor, calor, me mareo, es brutal”, decía mientras retrocedía rápidamente. Piqueras también decidía experimentarlo y sentía la misma sensación.

Y es que, en ese punto se alcanzaban los 90.000 ppm: “Estamos hablando de niveles muy tóxicos”.