Los viticultores y bodegueros también han visto afectadas sus cosechas. lo que pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones vitivinícolas
Cómo aprovechar el monte produciría menos incendios forestales, generando beneficios para sus pueblos
Los incendios que han afectado a zonas rurales de Galicia, Castilla y León y Extremadura han dejado importantes daños en la agricultura y ganadería, perjudicando a numerosos productores que ahora enfrentan pérdidas significativas. En respuesta, el Gobierno ha aprobado un paquete de ayudas destinadas a mitigar el impacto económico y facilitar la recuperación de los afectados.
Los ganaderos, especialmente en áreas como Porto y Cangas de Narcea, han sufrido la pérdida de animales y recursos esenciales para su actividad. Además, la sequía prolongada ha incrementado los costes de producción, agravando aún más la situación. Estos productores se encuentran en una situación crítica, ya que la destrucción de pastos y la pérdida de ganado suponen un duro golpe para su sustento.
Ayudas que alivien la carga económica
Por otro lado, los viticultores y bodegueros también han visto afectadas sus cosechas y, por ende, sus ingresos futuros. Las llamas han dañado viñedos que requieren años para recuperarse, lo que pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones vitivinícolas.
Las ayudas aprobadas por el Gobierno incluyen subvenciones directas para compensar las pérdidas de animales y cultivos, así como medidas específicas para apoyar la recuperación de infraestructuras y recursos dañados. Aunque las cantidades exactas varían según la magnitud del daño y la región, se espera que estas ayudas alivien la carga económica de los afectados y contribuyan a la reactivación del sector.
En el Principado de Asturias, está previsto que los ganaderos reciban ayudas de 100 euros por vaca mayor de dos años y unos 70 por las de de seis meses a dos años, algo que los propietarios de explotaciones ganaderas consideran insuficientes ante el volumen de pérdidas que han sufrido.


