Los dos policías jubilados que frenaron al asesino de Bembibre, León: "Estaba fuera de sí, decía que se quería morir ya"
Un muerto y dos heridos tras una brutal pelea: lo remató con la culata de una pistola casera
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Un hombre de 63 años mata a culatazos con una pistola casera a otro hombre de 70 años en Bembibre, León. Además, hay herido otro hombre que recibió un disparo en la pierna cuando intentó evitar el incidente. Dos policías jubilados que se encontraban por la zona, consiguieron detener el ataque de este hombre que estaba fuera de sí y 'En boca de todos' habla con ellos en directo.
El programa también ha podido saber que entre la víctima y el agresor ya había habido conflictos. En julio del pasado año, este hombre fallecido ya había sido agredido e incluso la víctima había pedido una orden de alejamiento, que no se llegó a ejecutar.
Una de las plazas más céntricas de la localidad de Bembibre, se ha convertido en el escenario de un crimen sangriento con tres protagonistas. Un hombre fallecido con la cara destrozada tendido en el suelo, el supuesto autor con las manos llenas de sangre y retenido por dos policías jubilados y otro hombre que intentó ayudar y recibió un disparo en la pierna.
La intervención vital de Claudiano y Joaquín: dos policías retirados
En las brutales imágenes se puede ver como el atacante con la víctima ya en el suelo, lo remata con la culata de la pistola casera lleno de ira, hasta que se ve sorprendido por dos policías jubilados que lo retienen. Estos hombres son Claudiano y Joaquín con los que hemos podido hablar en directo.
"Un señor nos avisó que estaban pegando un hombre en la plaza, nos giramos y vimos que este señor estaba agrediendo a otro que estaba tirado en el suelo boca arriba: "Le estaba pegando con un objeto metálico en la cara", apuntaba. En ese momento, Joaquín comentaba, que escuchan un disparo pero ven que el hombre sigue agrediendo a este hombre: "Lo alcanzamos, lo sujetamos y lo apartamos de la víctima".
Claudiano, el otro policía jubilado también añadía, que mientras retenían al atacante no paraba de repetir que se quería morir ya. Así mismo, señalaba, que a este hombre también le sangraba mucho la mano como si se hubiera disparado accidentalmente. Por último, este policía jubilado relataba, que el atacante todo el tiempo intentaba volver donde estaba la víctima para seguir agrediéndole: "Estaba fuera de sí", apuntaba.