El primer tronista de ‘Mujeres y hombres’ regresaba al plató porque no le gustaba que las personas mintieran. Antes de que Víctor pronunciara el nombre de la persona sobre la que venía a hablar, Marina se puso en pie y aseguró que estaba hablando de ella. Víctor hizo alusión a una cita que la tronista había tenido con Javi Aranda. Una cita en la que el pretendiente se puso celoso por unas fotos que había visto de Marina y Víctor en un bolo. La tronista le quiso dejar claro que entre ellos no existía nada, y fruto de la euforía del momento soltó: “Yo a Víctor no le tocaría ni con un palo”.

Un comentario que dolió mucho al ex tronista porque él entendía que no podía gustar a todo el mundo, pero había muchas cosas que Marina no había contado. La tronista se adelantó y pidió disculpas por ese comentario desafortunado, pero Víctor no pareció escucharle.

Según el ex tronista y pretendiente de Indhira, Marina era una persona completamente diferente a la que intentaba aparentar en el trono. El día que estuvieron juntos en el bolo, la tronista había estado todo el rato intentando cogerle de la mano y en una actitud muy cariñosa con él. Tanto que cuando se subieron al coche, Marina se sentó sobre sus rodillas y no paró de acariciarle hasta que llegaron a su destino. El trono de Marina entraba en zona de peligro.

Marina se defendió con uñas y dientes. Primero quiso dejar claro que ella había llamado a Víctor para pedirle disculpas por el comentario que hizo con Javi Aranda, y que él la insultó, amenazó y terminó colgándole el teléfono. Palabras que como era de esperar, Víctor negó. Pero el comentario parecía haber pasado a un segundo plano, y lo que más importaba era que Marina se hubiera sentado sobre Víctor.

La tronista explicó que al principio iban cuatro personas en un coche, pero que Víctor tiene la costumbre “de llenar los coches de chicas”, y que de repente se vio metida en un coche con ocho personas y se vio obligada a sentarse sobre Víctor. El problema estaba servido porque uno no se sienta encima de nadie sino quiere. “¿Qué iba a hacer? ¿Me siento en el capó del coche o encima de una chica que no conozco?”, respondió la tronista.

La cara de los pretendientes, que hasta ese momento habían defendido a Marina a capa y a espada, ya no era la misma. A pesar de todo, los chicos siguieron apoyando a su tronista y aunque, no les hacía gracia que hubiera hecho eso, no lo veían tan grave. Incluso Ángel puso en dudo la veracidad de las palabras de Víctor, no era la primera vez que mentía, y sugirió que lo único que quería era televisión.

Pipi estaba convencido de que Víctor estaba ocultando información y le provocó para que contara todo lo que supiera. Marina aseguró que Víctor podía contar más cosas, pero que eran cosas que pertenecían a su vida privada y que habían sucedido antes de que ella entrara en el programa. Una versión que el propio Víctor afirmó, asegurando que no tenía nada más que contar.

Si la versión de Víctor era cierta, Marina se había saltado las normas del programa y Emma la envió a hablar con dirección. Juanma, uno de sus pretendientes lo vio un tanto desmesurado, pero otros comentaron que si hubiera sido una confidencia sobre ellos estarían ya en la calle.

Minutos después, Marina regresó al plató para pedir perdón y saber si sus chicos le seguían apoyando. Reconoció que no debería haberse sentado en las piernas de Víctor, ni haberse subido a ese coche. El programa le daba una nueva oportunidad. Pero, Marina estaba muy arrepentida de haber fallado y un momento después rompió a llorar.

Ángel estaba muy enfado pero no quería decirle nada a Marina en ese momento. La tronista estaba llorando y no quería hacerla más daño. Pero Emma insistió y terminó explotando. “No entiendo porque no se cogió un taxi. Parece muy lista para unas cosas y muy tonta para otras”, afirmó Ángel. Unas palabras que dejaron clara su postura, y que Marina aceptó porque tenía toda la razón.