Belén estaba comentado que no le hacía gracia que Santana quisiera tener más pretendientas y que todas ellas parecían ser mejor que las que ya estaban en el programa y de repente, ha cambiado la conversación y le ha regalado a Alina, pretendienta de José Luis, un comentario bastante borde. Nadie entendía lo que estaba pasando. Alina ha comentado que no sabía porque le había hablado en ese tono y Belén que ella no sabía que era lo que le había hecho para que se comportara así con ella. Ninguna de las dos pretendientas sabía qué era lo que les hacía llevarse mal, pero parecían tener claro que no se habían caído en gracia desde el primer día que se vieron.

Los tronitas atónitos a esta situación, han decidido interrumpir a sus pretendientas explicando que al programa se venía a conquistarles a ellos y no a discutir. Sin embargo, Miriam ha querido tomar partido por Alina y no ha dudado en decirle a Belén todo lo que pensaba de ella. "Al principio me gustabas pero tengo que reconocer que eres un poquito trepa y está enamorada, enamorada de la televisión. Cada vez que habla sola la falta decir: "focos a mi persona que soy la Pantoja". Cada vez que dices algo a alguien me parece que estás haciendo una entrevista. Tienes ganas de televisión y lo digo de corazón", ha asegurado Miriam.

Belén no daba crédito a las palabras de la asesora del amor y no paraba de repetir: "Miriam eso no es cierto", pero cuando Miriam tiene una idea en la cabeza es muy difícil pararla y ha continuado. Miriam ha reconocido que Belén al principio le hacía gracia porque iba de 'show woman' negando su operación de pechos y contando que venía de una aldea gallega, pero las cosas habían cambiado y tenía la sensación de que no era normal que le riera todas las gracias a Santana y que estuviera todo el rato mirando a la pantalla para ver lo guapa que salía.

Ante estas palabras, Belén se ha derrumbado y ha abandonado el plató llorando. Santana no ha dudado en salir a buscarla. Entre lágrimas la pretendienta le ha dicho que lo estaba pasando muy mal porque echaba mucho de menos a su hija y que lo que había dicho Miriam no era cierto, su único objetivo en el programa era conquistarle a él. Santana lo ha entendido perfectamente y le ha asegurado que él no pensaba lo mismo que Miriam. Tras las palabras y el consuelo del tronista, Belén ha vuelto a entrar en plató, pero su disgusto no había cesado.

Miriam era consciente de que las lágrimas de la pretendienta eran por su culpa, pero era lo que pensaba y no le iba a hacer cambiar de opinión. Belén ha reconocido que se miraba mucho en la pantalla, pero que era porque no le gustaba como se la veía. También ha comentado que su único objetivo era el amor de Santana y que en el anterior programa pensó en marcharse porque el tronista no le prestaba atención. Para ella estar en el programa le supone estar lejos de su pequeña y eso la duele mucho. Respecto a su postura en la silla, Belén le ha explicado que su madre siempre le ha dicho que tiene que tener la espalda recta.

Santana ha intentado mostrar todo su apoyo a Belén, pero se queda paralizado cuando ve a una chica que le gusta llorando. Miriam ha comentado que con sus lágrimas Belén podía estar ganando puntos, pero que sus risas constantes siguen sin convencerla. La pretendienta le ha comentado que ella es así, que intenta reírse con todo porque ya lo ha pasado bastante mal en la vida.