Todo comenzaba con una cita sorpresa en la que José, un nuevo pretendiente, tapaba los ojos de la tronista y le contaba que trabajaba en la noche después de hacerle palpar su cuerpo. José volvía a plató días después y Mamen se mostraba muy reticente a darle una oportunidad. A la joven no le gusta que sus chicos trabajen en el mundo de la noche, ya sea poniendo copas, bailando y quitándose la ropa.

El pretendiente había causado muy buena impresión y nadie parecía entender el rechazo que estaba mostrando Mamen cuando tenía sentado en la silla a Abel después de descubrir que había realizado strepteases en el pasado. La polémica estaba servida. Ese era un tema que Mamen no conseguía sacarse de la cabeza: “si yo salgo con Abel no me gustaría que una amiga tuviera una foto de su cola”. Álvaro quiso echar una mano a sus compañeros de profesión y le comentó que su situación era igual que si ella iba a la playa y hacía top less y se ponía un tanga, “no somos peores personas por eso. Hay muchos mirones que pueden tener fotos tuyas en la playa”, le comentó.

Mamen entendía a la perfección lo que le estaban diciendo pero si ella tenía que elegir prefería a un chico con un trabajo estable y con horarios normales. “Estamos en crisis cariño”, le replicó Arturo. Y tenía toda la razón porque José se había visto obligado a cambiar el camión que conducía por las noches de verano en Ibiza. Pero Mamen lo tenía muy claro y existen muchos trabajos alternativos al mundo de la noche. Laura aunque no se quiso meter, le pidió que diera un voto de confianza a los chicos de la noche porque por el día también se producen infidelidades y si te ofrecen 100€ por poner copas una noche y necesitas el dinero, las pones.

A la tronista todo esto le parecía muy bien pero, no. Ella no podía avanzar con un chico si cuando llegaba a su casa pensaba que se la podía jugar hasta trabajando. Pero el tema que más le preocupaba era Abel. “Me he estado informando y me han dicho que hay dos tipos de strepteases. El normal, en el que no se enseña nada y otro… El integral, como el pan en el que se enseña la barra, la cola”, comentó la tronista. Abel se estaba enfadando y le dijo que le explicaría en una cita cómo fueron sus espectáculos pero que estuviera tranquila porque nadie tenía una foto de su “cola”.

Emma quiso poner un poco de luz en este debate y explicó que si no quería conocer a José era porque no le gustaba y que cuando le gustaba alguien, como Abel, le daba igual lo que hubiera hecho en su pasado. Pero Miriam no aguantó más: “Mamen eres una ñiñata”, aseguró provocando que la mitad del público se pusiera en pie para apoyarla. Pero, no todo el mundo estaba de acuerdo con la asesora y Virginia aseguró que Mamen no era una ñiñata sino que todos eran unos hipócritas porque si puedes elegir todo el mundo prefiere que su pareja se dedique a otra cosa.

Antes de continuar con el tema, Emma pidió a Mamen que fuera sincera con José. Las cosas eran más fáciles de lo que parecía, a la tronista no le gustaba el pretendiente y que trabajara en la noche o no, era lo de menos. Eso sí, José se mostró muy correcto y sincero asegurando que la cita no había sido idea suya y que no le parecía bien que le juzgaran por su trabajo.

Abel no se iba a escapar tan fácilmente y la conversación volvió a centrarse en él. “Si el día de mañana alguien me enseña una foto tuya en pelotas, me sentiré orgulloso porque eres mía y no de él”, argumentó para defenderse. Miriam le quiso echar una mano y aseguró que los hombres que no enseñan la cola también la usan y que el verdadero problema está en el qué dirán. El debate continuaba y Virginia soltó la bomba: “Si pensar así es ser antiguo, lo moderno es acostarte con una chica que haya sido actriz porno”. La gancho había metido el dedo en la llaga y Miriam saltó de la silla.

“Hay personas tan antiguas que consideran que has hecho daño a alguien por haber practicado sexo delante de una cámara, cuando todo lo contrario, has hecho el bien. Por que hasta gente como tú ha visto alguna vez una película porno, eso es hipocresía. Ser actriz porno no es nada malo”, argumentaba Miriam. Virginia ante estas palabras le contestaba asegurando que la primera que tiene un problema con el tema era ella porque cada vez que salía se alteraba mucho. Al mismo tiempo que la asesora le contestaba diciendo que se ponía así porque daban por hecho que era algo malo y en seguida, su cari salía a la palestra para defenderla y gritar a los cuatro vientos que no le importa el pasado de la asesora.

Todo esto sucedía antes de que supiéramos que Pablo le había contado a Mamen en su primera cita que se había dedicado al cine para adultos. El pretendiente tenía claro que la tronista le iba a invitar a marcharse pero antes, quiso exponer sus ideas. No considera que una persona pueda ser más golfa o infiel por haber realizado cine porno o por hacer strepteases, cree que las personas que piensan así están encarceladas en los condicionamientos sociales y que asegura que se ha encontrado con reacciones peores que las de Mamen, le han llamado cerdo y se han marchado, cuando hoy en día todo el mundo consume porno.

Pipi quiso poner un punto y final a este debate: “no haber vivido con intensidad es una enfermedad de la que puedes morir”.