Tras ver la tensa cita que había tenido con Labrador, los ojos de Laia se han vuelto a llenar de lágrimas y la presión se ha apoderado de ella. Labrador ha intentado explicar que se enfadaba porque por más que lo intentaba no conseguía que Laia le dejara entrar en su corazón, pero Emma García le ha explicado que no es porque ella no quiera y sí, porque no puede. Laia está luchando contra todo para conseguir superar su timidez y quiere seguir luchando hasta el final porque el tronista le gusta mucho. Ella no quiere que Labrador vea en ella solo un físico y el tronista le pide que le enseñe su personalidad porque él se siente incapaz de hacer más.