Con la intención de sorprender a su tronista, pero sin la actitud a la que nos tiene acostumbrados, Sara ha bajado las escaleras muy seria y con una pistola de bolas en la mano. La pretendienta había creado una diana con los miedos de Labrador marcados, desconfianza, miedo, inseguridad, y pretendía dispararlos con pensamientos positivos para ayudar a su tronista. Una idea muy bonita que se ha quedado a medias porque Labrador, muy serio, ha comentado que no estaba bien con Sara y que abandonó muy enfadado la cita que tuvieron. Sara también estaba tensa por este tema, pero ha respirado tranquila cuando el tronista le ha dicho que había cambiado de opinión y que quería seguir conociéndola.