A Alexandra le encanta disfrazarse de vampiresa en Halloween y este año no iba a ser menos. La pretendienta se ha puesto unos colmillos, se ha pintado la cara y se ha puesto un vestido negro que le sentaba fenomenal, pero a Julen le ha sabido a muy poco. El tronista esperaba mucho más del desfile de Alexandra y no ha dudado en decírselo. Ella ha intentado defenderse asegurando que estaba monísima y que se había pintado ella sola las marcas de la cara, pero no ha sido suficiente. Nacho ha intentado arreglar la situación enseñándola cómo se da un mordisco de verdad, pero ya era tarde para Julen.