Iván ha hecho su propio interpretación del término 'cortijero' y se ha convertido en el dueño del cortijo un día cualquiera asistiendo a una corrida de toros. A Steisy le ha gustado bastante el atuendo de su pretendiente porque le ha recordado a su infancia y a Jesús también, pero al estilista se le ha hecho extraño ver a Iván con tanta ropa. Él le recordaba con el delantal puesto.

Gonzalo ha pedido ayuda a su abuelo y se ha convertido en todo un cortijero de los años cincuenta o sesenta. A Steisy le ha dado tanta impresión al verle que ha tenido la sensación de estar viendo a su abuelo recogiendo patatas en el campo. Incluso, se ha acercado a Gonzalo y ha comentado que olía a viejo. Al pretendiente le ha llovido un montón de dieces, pero todos han estado de acuerdo en que había perdido toda su sensualidad.

Ale se ha convertido en un cortijero labrador y ha perdido la vergüenza por completo. El pretendiente ha bajado las escaleras bailando flamenco y ha conseguido conquistar el corazón de su tronista, que ha salido con él a bailar. Jesús estaba encantado con él porque le recordaba a los labradores de su pueblo y todo el mundo ha valorado el cambio que ha dado el pretendiente. Ale estaba muy cortado cuando fue pretendiente de María y nadie se esperaba que fuera capaz de hacer algo así, pero él ha aclarado que Steisy le transmite mucha más confianza y seguridad que su anterior tronista.