El tronista quedó con Coraima en un parque y tras sacar durante unos minutos su lado más infantil jugando en los columpios, decidió ponerse serio y centrarse en la conquista. Coraima fue muy clara con Iván, le dijo que su personalidad no tenía nada que ver con la de Avatar, que era muy sobón, pero poco cariñoso, que no tenía tacto a la hora de decir las cosas... Eso sí, también le dejó claro que al entrar en plató era el que más le había gustado y que el hecho de que fuera canario le tiraba mucho. Iván intentó demostrarle que se estaba equivocando con él y le mostró su deseo de conocerla.