Tras su gran enfado en plató, Anais llegó a la cita con Iván todavía molesta por el comportamiento que su tronista tuvo con Samira. Iván ha intentado todo el rato que Anais se olvidara de lo sucedido y que entendiera que se había dado cuenta de su error, y que no iba a pasar más. El enfado de Anais iba desapareciendo poquito a poquito, pero por si las moscas, Iván ha pedido unos minutos a solas con ella para terminar de contentarla. Eso sí, Anais ha dejado claro en sus declaraciones que a ella no se le pasan los enfados con unos cuantos besos y arrumacos.