Después de ver al pretendiente llorando, Jenni bajó al jardín para volver a discutir. Martí no quería verla, empezaron a volver a reprocharse los trapos sucios a la cara y la tronista, al ver que no avanzaban, rompió a llorar. Una tensión que se solucionó con el acercamiento del pretendiente y un frío abrazo que dejaba todo abierto para el día que se volvieran a ver en plató.