Tras la polémica cena y después de que Ángel consiguiera que a Steisy se la pasara el enfado, los jóvenes tuvieron una cita en la piscina. El tronista tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para intercambiar los besos con las palabras porque le resulta muy complicado no estar todo el rato besando a su pretendienta. Ángel le explicó a Steisy que estaba intentando que Andrea se sentara a conquistarle y le pidió por favor, que no volviera a tener esas discusiones, ni faltas de respeto con Samira.