Emma ha querido que la expareja se arreglase y se ha atrevido a bailar las sevillanas que les unían para darle un toque de humor al asunto. Al escucharlas, Anabel se ha puesto a llorar y Antonio le ha pedido que no llorara, pero a ella le había dolido mucho la frase: "Si esto es verdad, no tendré días en mi vida para agradecerle que me haya dejado". Antonio ha conseguido que Anabel volviera a sonreír y ella le ha pedido que se respetaran, y que reconociera que todos habían metido la pata y que entre ellos siempre había existido un ni contigo, ni sin ti.