Toño: "El jamón me ponía más loco que ella"

TELECINCO.ES
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Toño nos lo advertía antes de ver sus citas: Quería seguir con su 'limpieza' de pretendientas. Emma le pedía que describiera su cita, intuyendo ya el nombre de la próxima chica en salir. El tronista aseguraba que no podía presentar el encuentro en cuestión porque no había tenido "nada" y la afectada, Elisabeth, levantó la mano para defenderse: "No puede tener nada porque sólo ha habido una cita".

Las palabras de Toño sentaron realmente mal a la pretendienta que le respondió formulando graves acusaciones: "No tengo nada porque lo tienen las de afuera, tú estás en el trono por pura televisión". Según Elisabeth, el único objetivo de Toño es ganar dinero sentado en el trono y luego acudir al famoso local habitual de reunión de los protagonistas del programa para tontear con unas y con otras.

Pero al tronista, sus críticas y acusaciones no le alteraban. Niega hacer nada al margen de las reglas del programa, cree que su pretendienta está algo despechada y explica que hasta un amigo común de ambos le ha llamado para pedirle que no la expulsara. El amigo en cuestión es Ismael, pretendiente de la también tronista, Noel, pero Elisabeth, que reconoce ser su amiga, niega haberle pedido ese favor.

Viendo la cita, comprendemos lo que le sucede a Toño. El tronista no iba predispuesto a su encuentro con Elisabeth porque no le había llamado la atención físicamente. Sin embargo, ella estaba ilusionada porque reconocía sentirse bastante atraída por él. Toño fue sincero, "de las que estáis ahí sentadas sólo me gusta una, contigo tampoco es me apasione", pero dejaba un rayito de esperanza: "A ver si hablando contigo...".

Elisabeth aprovechó esta pequeña oportunidad para explicar a su tronista que le atrae, asegura que cuando hizo la prueba para el program él aún no estaba sentado en el trono y, sin embargo, habló de él. Pero a Toño no le hizo cambiar de opinión, "soy muy claro y tajante si no me gusta alguien al cien por cien", y es que el tronista no quiere herir los sentimientos de sus chicas.

Ella se conformaba con darse a conocer y Toño reconocía que, en el fondo, le había gustado hablar con su pretendienta. Sin embargo, acabado el encuentro, sus opiniones eran muy distintas. Elisabeth estaba más relajada, convencida de haber ganado puntos, mientras Toño declaraba que lo que más le había gustado de la cita no había sido precisamente ella: "El plato de jamón me estaba poniendo más loco que ella".

Ya en plató, la furia de Elisabeth aumentaba con los segundos. Admite que Toño le sigue atrayendo pero se pregunta: "¿Si no le gusto... Por qué coge una cita conmigo? Para cobrarla", y la respuesta de Toño fue tajante: "Yo tengo que tener citas, si hubiera sido por mí, no hubiera ido". Eli también tenía algo que responder: "Pues me dices que me vaya a mi casa y me voy porque estoy más a gusto" y Toño le invitó cordialmente a salir de plató.