El anterior programa terminó con Emma intentando contener a Vicente, Oliver y Pipi para que no llegaran a las manos. El de Albacete acusó al consejero del amor de conspirar junto a Oliver y de burlarse de él. Pipi emplazó a Vicente a aportar pruebas o, cuanto menos, ejemplos de esa acusación. Él, sin embargo, la ha mantenido pero ha obviado ejemplificarlo: "No son palabras exactas, es, simplemente, una actitud". Emma García intentó mediar y tranquilizar los ánimos de ambos bandos: "Procurad ser prudentes en vuestros comentarios y así no se producirán malentendidos como estos".

Sin embargo, Pipi quería desmontar a Vicente. El consejero del amor le daba su "palabra de honor" de que ninguno de sus comentarios habían sido ofensivos pero el tronista aseguraba que no lanzaba acusaciones sin fundamento. Pipi soltó una confidencia para demostrar que el tronista es sólo "un teórico de la sinceridad": "Vas de sincero y tú le pediste a Miriam el teléfono de Jacki". Sin embargo, Vicente no tardó en aclarar que era por temas de trabajo, un amigo suyo quería trabajar con la ex pretendienta y Vicente trató de conseguir el número de teléfono: "Se lo pedí a Miriam porque con ella tengo más relación que contigo".

Por si no teníamos suficiente con todo esto, Tamara decidió subirse el carro para dar su opinión y, de paso, criticar a su enemigo: "Todo lo que hace Oliver está inducido por Pipi. No eres más que una marioneta suya".

El aludido no se cayó y no dudó en llamarla "mala" en su cara. Está claro que dentro de 'Mujeres y hombres' hay enemigos íntimos, pero habrá que ver si de aquí en adelante logran dejar sus diferencias en la puerta del plató.