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En el primer encuentro el feeling surgió de repente, Oliver tuvo la sensación de que Vanesa le conocía, pero la segunda cita ha sido distinta. Los nervios, el lugar... han hecho que la pretendienta dude y tiemble ante las cámaras. Vanesa se justificaba asegurando que que no pensaba tener cita por lo que no había tenido tiempo de preparar al encuentro, sin embargo, para Oliver eso no es excusa, si siente algo debe sentirlo en cualquier sitio "lo importante es la persona". El tronista pensaba expulsarla, sin embargo, sus lágrimas en plató reviviendo su historia personal, han logrado que le tronista le de una segunda oportunidad.






