María ha vuelto a preguntarle a Noel si quería ser su pretendiente y él ha decidido bajar las escaleras para que se lo dijera mirándole a los ojos. María se ha puesto nerviosa y ha intentado explicarle que al verle todos los días se le habían removido los sentimientos. Noel se ha hecho el interesante y han intentado explicar que la decisión que iba a tomar era por el bien de María, pero ella le ha pedido que fuera sincero y que dejara de pensar en lo que era mejor o peor para ella. Noel se ha puesto serio y ha dicho que no iba a sentarse a conquistarla. Una contestación que ha caído como un jarro de agua fría en la tronista. María se ha puesto seria y ha pedido que Noel no volviera a venir de gancho a su trono. Si no quiere pretenderla, ella prefiere pasar página y hacerse a la idea de que no pueden tener una segunda oportunidad, y para eso necesita no verle todos los días. Noel lo ha entendido y ha dicho que él dijo que se marcharía si la molestaba, pero sus ojos se han llenado de brillo y ha abandonado el plató como nunca le habíamos visto antes.